La Asamblea Nacional debatirá desde este jueves la aprobación de la reforma al régimen especial de seguridad social de militares y policías que, entre otros beneficios, permite a los aportantes el acceso a préstamos adicionales en el Banco del Instituto de Seguridad Social (Biess).
El asambleísta Fausto Cayambe indicó que se creará un fondo de aproximadamente $ 5 millones para este propósito: “Esta es una de las ventajas de la reforma”, resaltó.
Dijo que pretenden, además de equiparar beneficios para todos los rangos, asegurar que el sistema sea sostenible en el tiempo, por lo que la reforma propone un techo en las pensiones de $ 2.013, igual al de la seguridad en general.
Sin embargo, la asambleísta Marlleli Vásconez puntualizó que las reformas solo regirán para los nuevos ingresos, pero las pensiones actuales aumentarán cada año de acuerdo al índice de inflación a todos los que perciben menos del techo anotado.
Entre las propuestas de la nueva ley constan que el aporte de los uniformados bajará del 23% que se deduce de su sueldo actualmente, al 11.45%, lo cual significa que la masa salarial que recibirán los activos será mayor.
Cayambe señaló, así mismo, que se eliminarán aportes que hacían policías en servicio pasivo para salud, maternidad y mortuoria. “Estos pagos son inconstitucionales, a los jubilados no se les puede afectar el monto que reciben como pensión”.
La reforma estipula un artículo para que militares y policías que entren tras la aprobación de la ley, perciban por una sola vez 5 salarios básicos unificados (SBU), por cada año de servicio contado a partir del quinto año, hasta un máximo de 150, es decir $ 54.000 calculado con el SBU actual, cuando se desvinculen.
Pese a los beneficios que son bien vistos por el personal de tropa y parte de la misma oficialidad, el general retirado Wagner Bravo, miembro alterno del Issfa, indicó ayer en Radio Pública que las reformas afectan al régimen especial de la entidad y advirtió que se está atentando contra la seguridad.
Con información de El Telégrafo