En un ambiente de tensión, unos 144 millones de brasileños irán este domingo a las urnas, cuando ha transcurrido poco más de un mes de la destitución de Dilma Rousseff como presidenta y su reemplazo por el vicepresidente Michel Temer. Custodiados por 25.000 policías militares, los votantes deberán elegir a las autoridades de 5.568 municipios entre 475.000 candidatos de 35 partidos políticos.
El Ministerio de Defensa dispuso el operativo militar para frenar la violencia que en los últimos meses se ha cobrado la vida de una veintena de personas, en su mayoría candidatos. Él último, José Gomes da Rocha, favorito a alcalde de Itumbiara, un municipio del Estado de Goias de menos de 100.000 habitantes. Hacendado cuya fortuna lo sitúa entre los políticos más ricos de Brasil, Gomes había sido alcalde de esa ciudad por el PTB, el Partido Laborista brasileño, y estaba en campaña de nuevo. El miércoles 28, durante una caravana electoral, fue tiroteado por un exempleado. En el ataque murieron él y su guardaespaldas, además del atacante, y resultó herido el vicegobernador de Goias. Dos días antes, un candidato a concejal de Río de Janeiro había sido asesinado a balazos en su comité de campaña.
Las elecciones son las primeras que se celebran tras el controvertido ‘impeachment’ de Rousseff, del PT, el Partido de los Trabajadores, que culminó con su separación definitiva del cargo el 31 de agosto. La expresidenta presentó ayer al Supremo Tribunal Federal un último recurso para anular ese juicio por «manifiesta ausencia de presupuestos jurídicos indispensables» para su destitución, argumentó.
Ofensiva judicial
Tras la salida de Dilma se aceleró la ofensiva judicial contra su mentor político, el expresidente Luiz Inacio Lula da Silva y contra dos exministros de Hacienda, Guido Mantega y Antonio Palocci. Tanto Lula como los exministros están siendo investigados por corrupción y Palocci se encuentra en prisión preventiva. Esta arremetida sobre el PT tendrá impacto en las urnas.
Los distritos más disputados son Río de Janeiro y Sao Paulo, donde se prevé que habrá segunda vuelta. Para el PT, los comicios podrían significar un retroceso que beneficiará a partidos de izquierda y a aliados de Temer, líder del centrista Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB). En la capital paulista, la más populosa del país, el favorito es un presentador de televisión, Joao Doria, afiliado al Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), hoy socio de Temer.
Con información de La Rioja