Como una fiera acorralada, el presidente de Perú, Pedro Castillo, sobre quien pesa la amenaza de una vacancia por el Congreso de la República, inventa a cada instante recursos para impedir que se materialice la dura medida.
El Político
Fue así como pidió ir al Congreso, a presentar un balance de lo que había hecho, a negar haber tenido la idea de darle salida al mar a Bolivia (acusó de ello a Fujimori, para quien casualmente se está pidiendo su excarcelación por enfermedad) y hasta hizo correr el rumor de que pediría adelanto de elecciones.
Fracaso la intervención de Castillo
Para los analistas la intervención del presidente Castillo fue lastimera, llena de falsedades. Y, lo más grave, no tuvo no siquiera el valor de presentar el adelanto de elecciones que era ya voz populi
Antes de presentarse al Congreso, el presidente Pedro Castillo había convocado a una sesión extraordinaria del Consejo de Ministros.
El discurso presidencial estaba listo, pero no incluía ninguna iniciativa sobre adelantar un proceso electoral. Así afloraron dos versiones: que el proyecto se iba a someter a votación con los ministros, o que Castillo y su círculo más cercano –entre ellos el premier– iban a agregarlo por su cuenta.
Al día siguiente, el trascendido sobre un eventual anuncio de nuevas elecciones cobró más fuerza. Por la mañana, si bien el ministro de Cultura, Alejandro Salas, descartó tal posibilidad. Horas después, al mediodía, el jefe de gabinete, Aníbal Torres, al ser abordado por la prensa sobre este tema, no hizo necesariamente lo mismo.
Una forma de conseguir el perdón
El excongresista Juan Sheput no dio crédito a las declaraciones del premier Aníbal Torres. Quien afirmó que había evaluado junto al presidente Pedro Castillo el adelanto de elecciones generales.
"Es una farsa, ellos quieren vender la idea de que quieren adelantar elecciones para generar una sensación de perdón, es una forma de tenderle puentes para que el Congreso se olvide de la vacancia y la denuncia constitucional", dijo Sheput a EXPRESO.
Asimismo, recalcó que el Gobierno no puede tomar decisiones precipitadas en un día y que se requiere de una reforma constitucional para que el adelanto de comicios generales pueda proceder.
El también exministro de Trabajo consideró lamentable que haya personas que se dejen llevar por este tipo de especulaciones.
En fin que Pedro Castillo o se inventa otra, o de la vacancia no lo salva nadie.
Fuente: La República