La invitación a Donald Trump, para una visita a México, fue una costosa decisión acelerada, cuando la carrera era cerrada en los sondeos, pero hoy sería distinta, dijo el presidente Enrique Peña Nieto en una entrevista.
La controversial visita realizada el 31 de agosto, condujo a la renuncia del responsable de la idea —el secretario de Finanzas y estratega de las reformas estructurales en marcha, Luis Videgaray—: "Fue muy polémica y yo asumo que tomé una decisión; quizá hoy sería distinta, creo que tomé una decisión muy acelerada", admitió el mandatario al diario mexicano La Razón.
La invitación a Trump y Hillary Clinton a México —que la demócrata rechazó, tras la visita adelantada de su rival— ocurrió en un momento distinto, cuando los sondeos indicaban una competencia pareja: "Hay que considerar que en ese momento, a la luz de lo que hoy estamos viviendo ya cerca de la elección, es un contexto distinto, una elección que todavía se veía muy cerrada", dijo Peña Nieto, aludiendo a la caída de la campaña del magnate en las encuestas.
Ante la ola de rechazo en medios políticos, de prensa y de la sociedad civil mexicana, incluso dentro del oficialismo, el presidente añadió: "Si hoy hiciera una ponderación de lo ocurrido con la visita de Trump, fue quizá una decisión tomada de manera acelerada, aunque creo que era importante para México", dijo el líder latinoamericano, quien afirma que su intención fue responder a los planes del magnate contra el libre comercio bilateral, la amenazas de construir un muro fronterizo y expulsar a los migrantes mexicanos en EEUU.
"El hubiera no existe, asumo la responsabilidad de la decisión y el costo que esto representó para el Presidente (de México), para mi Gobierno", dijo Peña Nieto sobre las consecuencias de la visita a la residencia presidencial de Los Pinos que terminó en fiasco.
Sobre las razones que condujeron a esa decisión precipitada, Peña Nieto abundó: "He dado muchas veces la explicación de por qué busqué un encuentro con ambos candidatos y no era más que cuidar a los mexicanos y los intereses de México", insistió.
En aquel momento, recuerda Peña Nieto: "Dije, a ver, lo que estoy buscando es un encuentro, y además cuando el posicionamiento que tiene el candidato republicano no me parece el correcto".
Ante las declaraciones e insultos los migrantes mexicanos, a quienes señalaba como "violadores y criminales", el mandatario consideró que era "necesario que (Trump) tenga un mejor contexto de la relevancia que hay en la relación entre México y EEUU, y la respuesta (del magnate) fue "sí, acepto el encuentro y además voy a México", creo que ahí a lo mejor fue una "decisión acelerada".
"Con lo que yo me encontré —insistió— fue con la respuesta de sí (de parte de Trump), y era tómala o déjala; o sea, cuando hago una invitación a ambos candidatos y en mi sorpresa uno de ellos contesta ‘sí, acepto el encuentro y además voy a México’, creo que el propósito era y sigue siendo el correcto", respondió el jefe del Ejecutivo mexicano.
Con información de Sputnik