Nauru, una diminuta nación insular localizada en medio del océano Pacífico, solicitó a la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos (AIFM), un cuerpo de la ONU que supervisa el fondo de los océanos, acelerar las regulaciones que regirán la explotación minera en aguas profundas.
El Político
BBC News en su sitio Web informa sobre la novedad y comenta que una medida de esta naturaleza ha despertado más dudas que respuestas. En efecto, cita las advertencias sobre el particular lanzadas por grupos ambientalistas quienes consideran que esto podría generar una avalancha destructiva sobre los nódulos del fondo marino, ricos en minerales y ambicionados por las empresas mineras.
Hasta ahora la ONU ha mantenido su posición de señalar que ninguna empresa submarina debería comenzar a explotar minerales del lecho marino en el futuro cercano. Todo se trata de una carta emitida con referencia a la letra pequeña de un tratado internacional con implicaciones de gran alcance.
Al mismo tiempo el organismo multilateral activó una sub cláusula a la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar que permite a los países apretar un “gatillo” acelerador de dos años. Si es que sienten que las negociaciones marchan con lentitud.
A new family of brittle stars have been described from a single specimen from a #seamount in the South Pacific, highlighting the importance of ongoing taxonomic research in the #deepsea, an environment threatened by human activities. https://t.co/bmBJr4a1VS #DefendTheDeep pic.twitter.com/54eOznETYa
— DSCC (@DeepSeaConserve) July 7, 2021
Por el Pacífico comenzaría la actividad minera
Por su parte las autoridades de Nauru, país asociado a la firma minera llamada denominada DeepGreen, sostiene que tiene el “deber con la comunidad internacional” de hacer este movimiento para ayudar a alcanzar la “certeza regulatoria”. Argumenta que es el país que más se impactará con los efectos del cambio climático. Y por ello esgrime que aspira fomentar el acceso a las pequeñas rocas conocidas como nódulos que reposan en el lecho marino del océano Pacífico. Y que son ricos en cobalto y otros metales valiosos potencialmente útiles para la fabricación de baterías y sistemas de energía renovable. Incluso en la transición hacia una economía libre de combustibles fósiles.
Si la AIFM no consigue establecer las reglas para la minería en el corto plazo, podría dispensarle a Nauru un permiso provisional para emprender sus planes mineros. Al respecto Matthew Gianni, de la Deep Sea Conservation Coalition, declaró: “Si Nauru y DeepGreen obtienen una licencia provisional, cualquier otra compañía o Estado podría activar la regla de dos años también. Y entonces todo el proceso puede convertirse en un caos absoluto. Las cosas se han vuelto mucho más complicadas. No sería un proceso de negociación coordinado y bien planificado para llegar a las regulaciones”.
En declaraciones a BBC Mundo el secretario general de la AIFM, Michal Lodge, restó importancia a las implicaciones de la medida tomada por Nauru. Y adelantó que aún aguarda un largo trecho por recorrer antes de que la explotación industrial minera marina comience a operar. Dijo que el Concejo de la AIFM había acordado en 2017 finalizar las regulaciones para la minería en 2020. Pero el plan debió postergarse debido al paso del Covid-19.
Fuente: BBC News