La Oficina del Censo de Estados Unidos adelantó un mes la fecha de cierre para recabar datos: del 31 de octubre al 30 de septiembre. En Texas, el segundo estado más poblado de Estados Unidos, el adelanto supone mayores dificultades para recolectar cifras especialmente en las comunidades hispanas y de bajo de ingresos, más aún en medio de la pandemia del coronavirus.
El Político
Un 85% de los texanos de origen hispano (que representan un 40% del total de la población) están en regiones que promedian un bajo índice de respuesta. Un análisis publicado en el Texas Tribune en 2018 refleja que la mayoría de los condados con mayor población latina están por debajo de la media nacional.
La tasa de participación en el censo es baja: poco menos de tres de cada cinco hogares en Texas han respondido a los encuestadores. El estado ocupa el sitio 39 entre los que más han participado en el conteo en el país.
Mientras otros estados han dedicado millones de dólares para ayudar al conteo, los líderes republicanos en Texas decidieron no invertir dinero del estado para mejorar el alcance del conteo, dejando el trabajo a una brigada de empleados locales y voluntarios
En lugar del apoyo del estado para garantizar números de censo precisos, los defensores y los funcionarios del gobierno local de todo Texas anunciaron el miércoles por la mañana sus propios planes para llegar a todas las partes del vasto y notoriamente difícil de contar.
Texas Counts, voluntarios por el censo
Una coalición de docenas de grupos sin fines de lucro, organizaciones filantrópicas y gobiernos locales lanzó Texas Counts, un centro centralizado para el censo de 2020 que, junto con esfuerzos similares, ya cuenta con más de $ 3 millones para ayudar a las comunidades locales con su alcance. El censo decenal del próximo año comienza el 1 de abril y debe enviarse al presidente antes del 31 de diciembre.
Ann Beeson, directora ejecutiva del Center for Public Policy Priorities, una de las organizaciones que dirige Texas Counts, dijo que el 25% de los tejanos son considerados difíciles de contar porque viven en comunidades de habla hispana o inmigrantes, residen en áreas rurales dispersas o experimentando la falta de vivienda.
De llevarse a cabo de la manera correcta, el censo debería reflejar un crecimiento de 3,8 millones de habitantes en la población de Texas (esto según datos de la propia oficina del censo). La población hispana representaría más de la mitad de ese aumento: un 54%.
Pero si responder al censo es un reto en las comunidades latinas, la decisión de este lunes complica aún más la tarea. Y estos datos son muy importantes puesto que es así como las legislaturas (tanto estatal como federal) definen la representación de cada distrito así como el dinero público que reciben.
El índice de respuesta, por debajo de 2010
Un ejemplo es el valle de Rio Grande, al sur del estado, una zona de 12,000 kilómetros cuadrados (la ciudad de Houston, por ejemplo, tiene 1,652) que registra más de un 70% de población hispana. La oficina del Censo ha comenzado una campaña en persona para que quienes no hayan participado lo hagan por teléfono o correo, pero la extensión de regiones como esta dificulta la labor de los trabajadores.
“No solamente están cortando el tiempo para no dar seguimiento, afectan a las comunidades a donde es más difícil llegar”, explicó la demógrafa Lila Valencia..
Condados como Hidalgo (McAllen) han incluso copiado una táctica común en México para recordar a la gente que debe participar: coches o camionetas con altavoces que repiten una grabación para participar en el censo. Pero la efectividad de ello es cuestionada por las características de los habitantes de la zona: el idioma y el acceso a Internet, que también está por debajo del promedio del estado.
“La información no está llegando a la madre soltera que trabaja en una fábrica todo el día. No está llegando al plomero que lucha por llegar a fin de mes”, señala Jennifer Edwards, una trabajadora del censo que ha recorrido gasolineras en la región para invitar a la gente para participar.
Hasta el lunes, el índice de respuesta al censo en los condados con mayoría de hispanos está por debajo de lo registrado en 2010, de acuerdo con Valencia.
“Estamos en medio de esta pandemia en que la gente no solo está preocupada por su salud y su seguridad, sino también por su futuro y por lo que llevarán a la mesa”, comentó. https://www.texastribune.org/2019/11/20/texas-officials-nonprofits-filling-gaps-support-2020-census/