Con el arribo del Space 4.0 surgen algunos desafíos y un cambio en los paradigmas asociados al espacio exterior. Porque para quienes aspiran trabajar en su comercialización, deben crear una cadena de valor, brindar de manera menos onerosa y desarrollar una infraestructura más amplia y accesible que permita construir negocios espaciales.
El Político
Javier Pedreira (Wicho), periodista y autor de un informe de la Fundación Innovación Bankinter de España, plasma un conjunto de recomendaciones formuladas por expertos quienes participaron en Future Trends Forum sobre esta tendencia. Indica que el propósito es crear los productos y los servicios que permitan construir la industria espacial. Y que para ello es necesario ser disruptor y promover la innovación. E influir en las empresas tradicionales para que se adapten a una nueva forma de hacer las cosas.
Poder ver en directo el lanzamiento de esa misión y fotografiarlo es una de las cosas más increíbles que me han pasado en la vida. https://t.co/PPlkfqEXwu
— Wicho (@wicho) July 21, 2021
Los especialistas advierten que los reguladores, por su parte, deben evitar poner barreras innecesarias. Aunque idealmente su objetivo debería apoyar el desarrollo de la industria. Entre ellos Charles Bolden ve necesario además que la NASA siga manteniendo un liderazgo. Por la sencilla razón de que actúa de facto como una especie de jefe del resto de las agencias espaciales.
Las empresas y organizaciones que ya trabajan en la comercialización del espacio tienen, por su parte, que ser capaces de adaptarse al cambio mientras mantienen el necesario margen de beneficios. Esto requiere apoyar la innovación y transmitir lo interesante que es lo que están haciendo para atraer talento. También tienen que hacer un esfuerzo en bajar los precios en forma tal de atraer más clientes e identificar nuevas oportunidades.
El espacio tan lejos y tan cerca
De otra parte, en The New York Times el autor Kenneth Chang se refiere al tema desde otra dimensión. Considera que las ambigüedades en el Tratado sobre el Espacio Exterior suscrito 50 años atrás, podrían obstaculizar el camino de emprendedores. Recuerda que el acuerdo explica con lujo de detalles qué pueden hacer los países en el espacio y también las limitaciones de sus proyectos.
Pero mientras tanto Elon Musk, fundador de Space X, tiene la audacia de proclamar que su empresa comenzará a enviar colonizadores a Marte en una década. Otro empresario, Jeffrey P. Bezos, fundador de Amazon, está utilizando parte de su fortuna para financiar su empresa de cohetes espaciales, Blue Origin. Y anticipa que millones de personas vivirán y trabajarán en el espacio.
El Tratado sobre el Espacio Ultraterrestre declara que la “Luna y los demás cuerpos celestes serán utilizados exclusivamente con fines pacíficos por todos los Estados que forman parte del Tratado”.
Un negocio de US$ 340 mil millones
Desde otra perspectiva, el sitio informativo digital El Economista cita lo declarado por el banco de inversión UBS. Este destacó en uno de sus últimos reportes sobre el tema que con la llegada de los viajes al espacio se inició la carrera por un mercado que vale US$ 340 mil millones. Los cuales se pueden convertir en un billón de dólares en las próximas dos décadas.
Expone que además de los tradicionales mercados como los satélites, las aplicaciones gubernamentales y militares, se incrementará el mercado en varias industrias.
Indicó que el número de inversionistas en el periodo 2000-2004 que era de ocho, pasó a más de 93 inversores en el último lustro. En el negocio participan 16 de los hombres más adinerados del mundo.
Fuentes: Bakinker / The New York Times / El Economista