A pesar que EEUU anunció un permiso condicionado humanitario para 24.000 migrantes de Venezuela, miles de venezolanos siguen su camino por la selva que conecta a Colombia con Panamá.
El Político
La esperanza es más fuerte que el miedo que sienten de saber que es posible que luego de arriesgar su vida en la selva y llegar a Panamá, podría fracasar su intento de cumplir el llamado “sueño americano”.
Y es que las personas que no cumplan e intenten la frontera terrestre, podrían ser devueltos a México en virtud de la ley de salud pública conocida como Título 42, bajo el cual no tienen derecho a solicitar asilo, y que fue implementada con el argumento de evitar la propagación del COVID-19.
Viaje muy difícil a los EEUU
El recorrido a EEUU comienza en Acandí, un pueblo del lado colombiano que conecta con la selva, los migrantes llevan carpas, varios litros de agua, linternas, botas de goma, comida en conserva y algunos coches o cargaderas para sus hijos, reportó SanDiegoUnionTribune.
Rápidamente, la selva se torna densa y húmeda. El terreno es cada vez más fangoso a medida que los caminantes avanzan. Luego de horas de marcha, una niña pierde el equilibrio cuando cruza en el lodo y se cae. Su padre la sostiene y le pide levantarse rápido, mientras ella llora. Perder el ritmo de la caminata es un miedo constante, porque quedarse atrás podría significar perderse y pasar más noches en la selva en medio de animales salvajes o grupos al margen de la ley.
Al tomar un descanso al lado de un río, Rodríguez conserva fuerza, aunque se ve cansando. “Lo primordial es que Dios nos dé salud, fuerza y llegar a Panamá”, asegura.
Darién la ruta más transitada
El Darién se ha convertido en la ruta clandestina de migrantes que buscan llegar al norte del continente en la última década. En el 2021 se contaron por decenas de miles los migrantes haitianos que cruzaban la selva, sin embargo, ahora la nacionalidad cambió y son los venezolanos los que se arriesgan en más cantidad.
Hasta septiembre de 2022, más de 151.000 personas han cruzado la jungla y la mayoría —107,600— son venezolanos, superando el flujo del año anterior con un total de 133.700 migrantes, según las cifras oficiales de Panamá.
Varios migrantes venezolanos en el Darién relataron que provenían de países como Ecuador, Perú, Chile, Colombia y Venezuela.
Colombia no militarizará la frontera con Panamá
El enorme flujo de migrantes, la mayoría venezolanos, atravesando la peligrosa selva del Darién, que comparten Colombia y Panamá, tiene a los Gobiernos de ambos países discutiendo salidas ante la crítica situación humanitaria.
“Panamá ha hecho sentidos reclamos sentidos sobre esos cruces peligrosos”, dice la viceministra de Asuntos Multilaterales, Laura Gil sobre la posibilidad de que Colombia impida el paso de los migrantes.
La respuesta de Colombia es tajante: ni cerrará ni militarizará la frontera. “No haremos nada que securitice la migración ni ataque al migrante que es el eslabón más grande de la cadena. No vamos a militarizar las fronteras”, explica a El País.