La primera orden de Gustavo Petro como presidente de Colombia, justo apenas tomó posesión este domingo, fue que la espada del libertador Simón Bolívar —aquella que el M19, la guerrilla a la que perteneció, se robó en forma de protesta en 1974— fuera traída a la ceremonia.
El Político
"Esta espada representa demasiado para nosotros y para nosotras y quiero que nunca más esté enterrada", dijo Petro al iniciar su discurso, el primero como presidente este domingo.
"Que solo se envaine, como dijo su propietario, el libertador, cuando haya justicia en este país. Que sea del pueblo. Es la espada del pueblo", reportó CNN.
Importancia de la espada de Bolívar para Petro
La insistente y repentina orden de Petro este domingo, que implicó un receso de varios minutos mientras los asistentes espraban bajo el sol, demuestra lo importante que este objeto es para él.
La reliquia llegó en una urna de vidrio, custodiada por cuatro soldados del Batallón Guardia Presidencial, vestidos de uniformes del Ejército Bolivariano de la época de independencia, un gesto simbólico del relevo presidencial en Colombia.
Y permaneció al lado del nuevo presidente colombiano durante todo su discurso.
"Esta espada tiene tanta historia que hoy sumará una más, de por qué se demoró en llegar a esta plaza", dijo Petro al iniciar su discurso con una sonrisa.
Fiesta en las plazas del país
A diferencia de otras tomas de mando en Colombia, esta vez alrededor del evento hubo una fiesta que gozó de una tarde soleada inusual para esta ciudad montañosa.
Decenas de artistas colombianos se presentaron en las siete tarimas, entre ellos Los Gaiteros de San Jacinto, un grupo de tradición campesina de la sabana del Caribe, y Fernando Montaño, un bailarín afro del Pacífico que ha hecho parte de los ensambles de baile más importantes del mundo.
El equipo de Petro dijo que unas 100.000 personas hicieron parte de la celebración, pero en el resto del país decenas de plazas —sobre todo en las regiones remotas, pobres y afro— también fueron abarrotadas de gente.
Símbolos reivindicativos de Petro
Antes, el presidente saliente, Iván Duque, había negado el uso del famoso sable, custodiado por una unidad especial del Ejército, en la posesión del primer presidente de izquierda en la historia de Colombia.
Los inéditos símbolos reivindicativos marcaron esta jornada soleada en Bogotá. La atmósfera de fiesta, los emblemáticos vestidos de los políticos o la ausencia de alfombras rojas sirvieron de evidencia de que este es un gobierno como ninguno otro.
Petro, incluso, recibió la banda presidencial de la senadora María José Pizarro, hija del líder del M19 Carlos Pizarro, quien fue asesinado en abril de 1990 cuando era candidato presidencial en plena desmovilización de esta guerrilla urbana y socialdemócrata.
La dirigente, visiblemente emocionada, vestía una chaqueta roja que mostraba, tejida, la cara de su padre con el mensaje "que la lucha por la paz no nos cueste la vida".
Gestos con las guerrillas
Son gestos nunca vistos en el país de los 60 años de guerra de guerrillas. Acá el Estado siempre estuvo en manos de los representantes de la clase política que se opuso militar, política y socialmente a la larga lucha de millones de colombianos —algunos alzados en armas— por un país más democrático e igualitario.
Petro llega al poder con una agenda de "paz total", bandera que simbolizó con la paloma blanca que se puso en la solapa de su chaqueta. Promete un país con justicia social donde primen los derechos a la vida, el trabajo digno y la educación.
Tras desmovilizarse de la guerrilla en 1990, Petro se convirtió en la antítesis del poder político, empresarial, mediático y militar que controló al país desde la independencia.
Después de tres intentos electorales, ganó la presidencia gracias a una campaña que moderó su figura izquierdista y se alió con algunos de los miembros de la clase política tradicional.
La vicepresidenta: Una activista afro
De la mano de la vicepresidente, Francia Márquez, una activista afro, feminista y ambientalista, Petro logró conectarse con las poblaciones más vulnerables del país, en las costas pacífica y caribeña, que durante años se resistieron a participar masivamente de la democracia colombiana.
La diversidad cultural de Colombia quedó en evidente en la celebración de la toma de mando.
La llegada de Petro al poder va incluso más allá de su figura. Es un proceso histórico que inició en la Constitución progresista de 1991 y pasó por varios procesos de paz con grupos armados que buscaron garantizar los derechos políticos de las minorías en un país diverso y fragmentado.
Por la magnitud histórica del evento del domingo es que los símbolos se tomaron el día.