El manejo de la industria petrolera venezolana bajo la égida del régimen de Nicolás Maduro, ha sido un completo fracaso.
El Político
Maduro tuvo la osadía de afirmar a principios del 2022, que la producción de Petróleos de Venezuela (PDVSA) había alcanzado el millón de barriles diarios. Y no solo eso, prometió que para esta fecha, la empresa petrolera criolla estaría en 2.000.000.
La realidad ha demostrado el caradurismo del narcorégimen,, Venezuela produce en este momento, con dificultad, 700.000 barriles diarios de petróleo.
En sus mejores tiempos, la estatal Petróleos de Venezuela producía, por cuenta propia, 3.200.000. Hoy, a duras penas, llega a 700.000 barriles diarios.
Ante las urgencias de consumo de quien fuese su principal comprador, Estados Unidos, y previendo que la entrada al mercado del petróleo venezolano, evite el encarecimiento de los combustibles en el contexto de la guerra entre Rusia y Ucrania, la nación norteamericana, podría buscar algunas soluciones que suavicen las sanciones económicas.
Sin embargo, Chevron, la única empresa petrolera estadounidense en el país, y quien aspira a la posibilidad de una "mínima apertura" por parte de la OFAC, no está muy convenida de que esto suceda, y así lo han declarado de manera anónima sus directivos.
La razón: a Chevron se le debe mucho dinero, y además estarían obligados a invertir inmediatamente y subir la producción, para poder obtener algún tipo de utilidades, y, de esta manera, el Estado venezolano quedaría con el 33% de las regalías.
Se calcula que de aligerarse la posibilidad de las sanciones, en el muy corto plazo, las inversiones de Chevron levantarían la producción local en 50.000 barriles diarios.
Petroleras desconfían.
No hay muchas multinacionales estadounidenses dispuestas a hacer nuevas inversiones en Venezuela y eso lo sabe el ministro de Energía y Petróleo, Tareck El Aissami, quien es el causante, o uno de ellos, del desastre petrolero en PDVSA.
Por otra parte, es reconocida la pésima reputación del gobierno madurista en cuanto a las finanzas, más con su forma de hacer las cosas.
Es cierto que Estados Unidos necesita en este momento la ruta de Venezuela para suplir sus necesidades, pero una flexibilización de sanciones parcial como esta tampoco hará que la producción petrolera del país aumente demasiado.
Para que eso sucede tienen que levantarse completamente las sanciones internacionales”.