El Grupo PSA alcanzó este viernes un principio de acuerdo para adquirir Opel y Vauxhall, el negocio europeo de General Motors. Los consejos de administración de ambas compañías liquidaron los últimos aspectos y pudieron respirar de alivio.
Redacción El Político
De esa forma se anticipó lo que el sector del automóvil esperaba que se desvelara el próximo lunes, en víspera de la apertura del Salón del Automóvil de Ginebra. El anuncio lo adelantó el viernes el diario francés Les Echos, tras indicar que el Consejo de Vigilancia de PSA concedió su visto bueno a la compra de Opel. "Las negociaciones son largas y complicadas", pero al mismo tiempo "avanzan por buen camino", explicó.
La compra de Opel por PSA viene a juntar dos grandes aspectos. Por un lado se confirma la voracidad del grupo francés que integra las marcas Peugeot, Citroën y DS por desplazar a Renault de la segunda plaza del ranking europeo de fabricantes. También recorta distancias ante el incontestable líder mundial y europeo Volkswagen.
Por parte norteamericana, la desinversión de Opel por General Motors es lo más parecido a liberarse de una espina clavada en el pie. Así, a partir de ahora, el gigante estadounidense confía en correr sin acumular problemas del Viejo Continente, donde arrastraba cerca de 16 años con números rojos.