Human Rights Watch (HRW) alertó de las consecuencias del desmantelamiento de la llamada "Jungla de Calais" en los menores que viven en ese campamento de inmigrantes y exigió a Francia y el Reino Unido que les encuentre un refugio seguro antes de la evacuación, a partir del próximo lunes.
Según un comunicado de la organización, los dos países tienen la responsabilidad de actuar rápido y garantizar que esos menores están protegidos.
El desmantelamiento anunciado este viernes, que se prolongará cerca de una semana, afecta a la zona norte del campamento, dado que la parte sur ya se evacuó el pasado marzo.
HRW denunció que durante la última operación se perdió el rastro de 129 menores.
Actualmente, según estimaciones policiales, viven allí unos 900 niños no acompañados, si bien algunas ONG elevan esa cifra a entre 1.300 y 1.600.
La organización señaló que unos 400 menores tienen derecho a cruzar legalmente de Calais (norte de Francia) al Reino Unido, debido a los familiares que tienen en suelo británico, pero advirtió sobre la situación del resto.
La mayoría permanecerá en Francia, donde, de acuerdo con sus datos, "hay muy pocas plazas disponibles en los centros de acogida".
La ONG afirmó que el campamento no es un buen lugar para esos menores, pero consideró que los riesgos a los que se exponen en él, como la violencia o la explotación sexual, se incrementarán si el campamento se desmantela sin ofrecerles una protección y cuidado adecuados.
El desmantelamiento movilizará a unos 1.250 policías y gendarmes y el plan previsto por las autoridades francesas prevé que los más de 6.400 inmigrantes que viven en él sean trasladados a los diversos centros de acogida y orientación del país.
Con información de EFE