Las negociaciones bipartidistas que se llevaban a cabo en la Cámara Alta desde hace varios meses por un plan migratorio que incluía un fuerte componente de seguridad nacional y una vía de legalización para dos millones de dreamers, se quebraron justo cuando iba a ser presentado la próxima semana en el Senado.
El Político
En las conversaciones participaron influyentes senadores liderados por la otrora demócrata Kyrsten Sinema (Arizona) y el republicano Thomas Tillis (Carolina del norte).
El fracaso del proyecto obedece a la falta de tiempo antes del término del actual período de sesiones y la negativa del liderazgo republicano de incluir el plan en el debate del paquete completo de la ley de gastos, que se conoce como ‘ómnibus’.
Plan bipartidista sin total apoyo
El líder de la oposición republicana de la Cámara Alta, Mitch McConnell “se resiste a incluir” el tema en el proyecto de presupuesto”, dijo una fuente consultada por Univision.
Dicho acuerdo para proteger a dos millones de dreamers y fortalecer el sistema de asilo en la frontera con México, además de incluir fondos para aumentar la seguridad con más agentes y recursos, se había desmoronado.
En las conversaciones para redactar el borrador del plan, además de senadores demócratas y republicamos participó el sindicato de la Patrulla Fronteriza, de línea conservadora.
Sin fecha para un acuerdo
El diálogo bipartidista presumía contar con los 50 votos demócratas, incluyendo el de Sinema que ahora es independiente, y se requerían 10 votos republicanos, contando el de Tillis.
“El anuncio (de la salida del partido) que hizo antes de lograr el acuerdo bipartidista que buscaba debió haber esperado al 2023 cuando asuma el nuevo liderazgo en la Cámara de Representantes”, indicó otra fuente que pidió el anonimato.
Se esperaba que Sinema presentara la iniciativa de ley a comienzos de la próxima semana. A finales de noviembre el grupo esperaba incluir la iniciativa migratoria como enmienda en uno de dos proyectos de ley clave que estaban en espera: una ley de defensa que autoriza al Departamento de Defensa usar el dinero que el Congreso le ha otorgado y el paquete completo de la ley de gastos, que se conoce como ‘ómnibus’. Este último será discutido antes de fin de año, pero McConnell ha advertido que no incluirá ningún tipo de beneficio migratorio.