No ha funcionado el plan de Elon Musk de cobrar a los usuarios por ser verificados en Twitter. El rechazo ha sido total; inclusive con amenazas de dejar la cuenta o negarse a que se les cobre por ese servicio de verificación.
Mario Beroes/El Político
Un aspecto a tomar en cuenta es la preocupación de que el cambio pueda socavar la credibilidad de la plataforma, ya que los usuarios legítimos podrían decidir renunciar al servicio de suscripción y perder sus marcas o tildes azules.
Expertos afirman que la posibilidad de perder esas marcas, porque no desean pagar por el servicio, podría dificultar la confirmación de qué cuentas son legítimas y cuáles no.
Twitter estableció la tilde azul para facilitar la verificación en aras de la credibilidad de la plataforma. Esto trae como consecuencia que ahora podrían surgir situaciones con cuentas en las que los usuarios legítimos, que no están dispuestos a pagar, compiten con cuentas falsas que se hacen pasar por ellos para tratar de demostrar su autenticidad al público.
Para analistas, este asunto, "socava el propósito principal de la plataforma si los usuarios, especialmente personas como los periodistas, tienen problemas para averiguar quién es una fuente legítima. La verificación que ves te permite juzgar la credibilidad de las fuentes."
De $ 20 a sólo $ 8
Musk, que asumió el control de Twitter la semana pasada, dijo que tiene previsto cobrar a los usuarios 8 dólares al mes para ser verificados y acceder a otras funciones premium a través del servicio de suscripción Twitter Blue de la compañía.
Al parecer, la cuota de suscripción se fijó inicialmente en 20 dólares al mes, pero Musk pareció reducir el precio después de que su supuesto plan provocara reacciones negativas de los usuarios, entre los que se encontraban figuras destacadas como el autor Stephen King y la actriz Lynda Carter.
"¿20 dólares al mes para mantener mi cuenta con un "check" azul? Al diablo con eso, deberían pagarme a mí. Si eso se instituye, me voy como Enron", tuiteó King el lunes.
Musk se apresuró a defender su plan, tuiteando que hay que pagar las facturas y que la plataforma no puede depender totalmente de los anunciantes.
Musk está tratando de aumentar los ingresos de la plataforma y monetizar el valor de la marca azul, pero no está claro si el plan tendrá un impacto positivo en los usuarios de Twitter.
Señalaron que, aunque no creen que todos los usuarios deban estar autentificados, para garantizar los derechos asociados a la expresión anónima, las figuras públicas que lo están han aportado valor a Twitter.
Una posible contradicción
Musk se ha manifestado a favor de solucionar el problema de las cuentas falsas y de spam de Twitter, por eso extraña ahora a los usuarios legítimos una situación en la que tendrían que pagar para ser verificados o, de lo contrario, perderían ese marcador visible de su legitimidad.
Muchos prevén un éxodo de la plataforma, especialmente de figuras prominentes, pero nadie sabe cuán extenso será dicho exodo.
Los críticos han advertido durante meses que los planes declarados de Musk de aflojar la moderación de contenidos en Twitter para promover su visión de la "libertad de expresión" podrían aumentar la propagación de la desinformación y el discurso de odio.
Después de que asumiera oficialmente la propiedad de la compañía la semana pasada, The Washington Post informó de que los tuits racistas y antisemitas comenzaron a difundirse rápidamente en la plataforma.
Varias celebridades dijeron que estaban planeando dejar Twitter tras la llegada de Musk a la dirección de la empresa.