La ONU condenó la promesa del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, a cinco días de los comicios, de construir 3.500 viviendas en una zona de Cisjordania ocupada que partiría en dos ese territorio.
El Político
El enviado especial de Naciones Unidas para el proceso de paz en Oriente Medio, se mostró "muy preocupado" por la promesa del jefe de Gobierno en plena campaña electoral de activar el proyecto denominado E1, que uniría la gran colonia de Maale Adumim con Jerusalén, "cortaría la conexión entre el norte y el sur de Cisjordania" y dificultaría "un estado palestino viable y contiguo".
La Administración Civil, el organismo militar israelí que gestiona la ocupación, presentó este mismo miércoles dos proyectos para materializar el plan, informó la ONG israelí Paz Ahora (Shalom Ajshav).
Analistas locales interpretan el anuncio como un reclamo electoral ante las generales del próximo 2 lunes.
Netanyahu parece tener la mirada puesta en las papeletas de los colonos. La semana pasada, su Ejecutivo sacó del armario otro plan paralizado en la época de Barack Obama para edificar en las colonias de Har Homa y Givat Hamatos, que también recibió la condena de la ONU.
Según Paz Ahora, una mayor construcción en este último asentamiento bloqueará definitivamente la contigüidad territorial entre Jerusalén Este y Belén, lo que hasta ahora era "considerado una línea roja por muchos". Una línea que ahora a Netanyahu no parece importarle traspasar.
El proyecto israelí arruinaría cualquier esperanza de llegar a un acuerdo de dos Estados, Israel y un Estado palestino, reaccionó el jefe de la diplomacia palestina, Riyad al Maliki.
Este proyecto "es más peligroso que cualquier otro proyecto de colonización en Cisjordania", declaró a la prensa, durante el Consejo de derechos humanos de la ONU en Ginebra. "Tiene como objetivo destruir una solución de dos Estados", agregó.
Más de 600.000 personas viven en las colonias judías de Cisjordania y en Jerusalén Este. La colonización de estos territorios, ocupados desde 1967 por Israel, se aceleró en los últimos años bajo el impulso de Netanyahu y de su aliado en Washington, el presidente Donald Trump.
Fuente: Diariolibre