La credibilidad del Poder Judicial argentino está en uno de sus peores momentos. El 77% de los argentinos no confía en el sistema de justicia. Solo el 3,1% tiene mucha confianza en el Poder Judicial. El 15,1% apenas mantiene algo de confianza. El juicio es bastante parejo entre los más críticos.
En ese sentido, 41,1% cree le tiene poca confianza y un 35,9% no le tiene nada de confianza. El resultado lapidario ocurre con el telón de fondo del crecimiento de la preocupación de la gente por la inseguridad y surge de un estudio de opinión sobre dos mil casos realizado por la consultora Management & Fit para Clarín. Los menores de 40 años son quienes menos confían en los jueces.
La credibilidad del Poder Judicial es inversamente proporcional a la mayor preocupación que hoy tiene, según la encuesta, la ciudadanía: la inseguridad. Con el 34,5% es el tema que más inquieta a los argentinos. La cifra impresiona, pero más aún el crecimiento respecto al mes anterior, el 16,1%, casi el doble. En el Gobierno explican que la inflación empezó a retroceder y ya no un fantasma, sin tener en cuenta la multiplicación de casos violentos.
El ránking de preocupaciones lo completan la desocupación (14%); la inflación (13,1%), que efectivamente se retrajo un 5,6%; y la corrupción (12,2%). La pobreza (11,7%), cuyo índice del 32% se conoció semanas atrás solo preocupa al 11,7%. El narcotráfico queda muy atrás, con el 3,1%.
La crisis del sistema judicial da lugar a una cifra más escalofriante: el 50,5% aprueba "la justicia por mano propia". El 24,5% lo aprueba completo y el 26%, parcialmente. Solo el 18,4% la rechaza por completo. El 31,7% de los consultados cree que esos casos ocurren por la ausencia del Estado, mientras que el 27,4% cree que es por la desconfianza en la Justicia. El agotamiento de la gente (23%) completa el ránking de justificaciones, pero es el primero en la provincia de Buenos Aires.
El tema se instaló en la agenda mediática, judicial y política luego de dos casos que conmocionaron a la ciudadanía: el del médico Lino Villar Cataldo, que le mató de un disparo a un ladrón que irrumpió en su vivienda y el del carnicero Daniel Oyarzún, que persiguió y atropelló a un delincuente que le había robado 5 mil pesos. El Gobierno tomó partido en ambos casos. La ministra de Seguridad Patricia Bullrich señaló que el médico era "la víctima" y el presidente Mauricio Macri llamó a una radio y opinó que el carnicero, que estaba detenido, debía estar "en su casa con su familia y reflexionando".
La inseguridad hoy es la principal preocupación, pero no fue así durante todo el año. En abril solo la identificaban como el peor problema el 13,3%, mientras que el 31,9% señalaba a la inflación. En tanto, que la suba de tarifas alcanzó su clímax en mayo (19,2), cuando llegaron las primeras boletas.
El reclamo de seguridad no es el único que deberá atender el Gobierno. El 43,1% considera que la situación del país empeorará en los próximos meses. Más de la mitad de ellos (el 23,5% del total) cree irá mucho peor. El 32,7%, en tanto considera que la situación mejorará, pero sólo un 12,9% cree que irá mucho mejor.
La imagen de la gestión presidencial se sostiene, aunque muy dividida. Un 43,6% la aprueba y un 42,5% la desaprueba, aunque hay un alto número de indecisos (13,9%). La administración de María Eugenia Vidal, en tanto, sigue siendo valorada positivamente. El 48,8% la aprueba y el 41,1% la desaprueba.
Con información de: Clarín