Walt Disney Corporation tiene nuevo presidente. El Consejo de Administración de la mayor compañía mundial de entretenimiento ha nombrado a Mark Parker, quien dirigió la empresa de artículos y ropa deportiva Nike. quien sucederá a Susan Arnold.
Mario Beroes/El Político
Parker, quien es parte de la junta directiva de Disney desde 2016, sustituye a Susan Arnold, quien se acoge a la política de jubilación de la empresa.
¿Por qué Parker?
Parker asume como presidente en uno de los momentos más álgidos del consorcio dedicado al entretenimiento familiar. Muchos creen que será un "presidente de transición."
"La visión, la experiencia y los sabios consejos de Mark Parker han sido inestimables para Disney, por lo que tengo muchas ganas de continuar trabajando con él en su nuevo puesto mientras trazamos el futuro de esta increíble compañía", escribió Bob Iger, CEO de Disney, en un correo electrónico a todos los empleados.
Parker lleva siete años como Consejero de Disney Corp., ayudando a concretar una serie de cambios sin precedentes, muchos buenos y otros no tanto.
Problemas a lo interno: ¿Qué quiere Nelson Petz?
Parker tendrá que lidiar con el inversor activista Nelson Peltz, después de que Disney haya rechazado su entrada en el Consejo.
El objetivo de Peltz, que gestiona el fondo Trian Partners (posee cerca de 800 millones de acciones de Disney), es acudir directamente a la Junta de Accionistas para obtener un puesto en el Consejo.
Trian Partners ha criticado abiertamente la estrategia de Disney y ha pedido que el actual consejero delegado, Bob Iger, que ha tenido que volver a dirigir Disney tras la pobre gestión de Bob Chapek, su relevo como CEO, sea sustituido en un plazo de dos años, cuando acaba su mandato.
Todo esto hace presagiar una lucha de poder entre la actual directiva de la compañía y Nelson Peltz, que ya batalló duramente con Procter & Gamble y finalmente logró entrar en su Consejo de Administración.
Peltz ha abogado por la destitución de Bob Chapek de la junta, que obtuvo después de que Bob Iger regresara como director ejecutivo en noviembre.
Lo principal para Petz es obtener su propio asiento en la junta, que Disney le negó el miércoles con la elección de Mark Parker.
Trian quiere realizar mejoras operativas y reducir costos, como posiblemente reducir las pérdidas de transmisión, escindir algunas divisiones de medios o restringir la negociación, ya que las acciones de Disney cotizan cerca de los mínimos de la pandemia.
“El objetivo de Trian es crear valor sostenible a largo plazo en Disney trabajando con Bob Iger y la Junta de Disney”, declaró la firma.
"Reconocemos que Disney está pasando por un período de cambios significativos y no estamos tratando de crear inestabilidad adicional".
La respuesta de Disney fue : "The Walt Disney Company permanece abierta a compromisos constructivos e ideas que ayuden a generar valor para los accionistas".
"Si bien la dirección de The Walt Disney Company y su junta directiva se han comprometido con el Sr. Peltz en numerosas ocasiones durante los últimos meses, la junta no respalda al candidato de Trian Group y recomienda que los accionistas no apoyen a su candidato y, en cambio, voten para todos los nominados de la compañía".
Por su parte, Mark Parker ha señalado que una de sus prioridades será buscar un relevo adecuado para Bob Iger, un proceso que "ya ha empezado".
Más allá de nombrar a Parker, Disney anunció ayer la formación de comité de sucesión para reemplazar a Iger, que regresó en noviembre como CEO de la compañía solo durante un periodo de años.
"Es mi máxima prioridad y la de la junta directiva identificar y preparar al sucesor del CEO actual y el proceso ha comenzado ya de hecho", explicó Parker en un comunicado.
El retorno de Bog Iger a Disney en calidad de CEO sorprendió a todos en Disney. Dos años antes Iger había cedido el testigo a Bob Chapek, que lidió con múltiples problemas en la compañía de Mickey Mouse durante su breve mandato.
Entre los problemas que más acogotan hoy por hoy a Disney destaca la pérdida de fuelle de canales de televisión por cable otrora rentables como ESPN y también las pérdidas acumuladas por la división de vídeo en streaming de la multinacional estadounidense.
Solo durante el cuarto trimestre del año a esta división se acumularon pérdidas por 1.500 millones de dólares.