Una gasolinera inaugurada en febrero en el distrito barcelonés de Sarrià-Sant Gervasi, genera rechazo entre los vecinos, que llevan luchando contra el proyecto desde antes de que se hiciera realidad, publica 20minutos
Redacción El Político
Y es que está situada cerca de los jardines públicos de la Vil·la Amèlia y la Clínica Cima y, lo que ha generado más protestas, a escasos metros de dos colegios -el Sagrado Corazón Corazonistas y el Liceu Francès-, en la calle Eduardo Conde.
"Con la gasolinera hay un riesgo mayor de que los niños puedan tener algún conflicto con algún vehículo", afirma Cristóbal Calzado, director del centro escolar Sagrado Corazón, y añade que "los carburantes emanan gases tóxicos que afectan a las vías respiratorias" y pueden suponer un riesgo para la salud de los niños.
Asimismo, explica que los vecinos y la escuela presentaron alegaciones al proyecto ante el Ayuntamiento de Barcelona y que ahora el vecindario ha presentado un recurso de alzada. También señala que aunque las administraciones con competencias sobre la actividad de las gasolineras son el Estado y la Generalitat, y aunque no existe una regulación clara, la licencia de la que ha abierto en Sarrià, promovida por la empresa Rquer, está "colgada de hilos", pues es dudoso que la instalación respete las normativas urbanísticas y de movilidad municipales.
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