La decisión de la Corte Constitucional de Perú de fallar a favor del indulto a Alberto Fujimori concedido por el presidente Pedro Pablo Kuczynski en 2017 ha desatado una intensa polémica.
El Político
La Corte Constitucional declaró fundado el hábeas corpus que restableció los efectos del indulto del expresidente Alberto Fujimori, otorgado por Pedro Pablo Kuczynski (PPK) en 2017.
Alberto Fujimori fue sentenciado a 25 años de prisión por la Sala Penal Especial de la Corte Suprema de Justicia el 7 de abril del 2009. En ese momento se le declaró culpable de homicidio calificado, asesinato, lesiones graves y secuestro. Fujimori habría cumplido su condena en 2032.
El indulto otorgado a Fujimori en 2017 fue objeto de varios cuestionamientos, pues se presumía que era parte de una negociación entre Kuczynski, y un grupo de congresistas fujimoristas liderados por Kenji Fujimori (hijo de Alberto Fujimori) para votar en contra de la vacancia que se le había abierto en ese momento al entonces Jefe de Estado.
Fujimori un hombre que polariza
Con Alberto Fujimori no existen términos medios. Se le odia hasta el paroxismo. Se le llama criminal, ladrón, violador de los derechos humanos. O se le sigue con pasión.
Hasta el punto que pudo mantenerse diez años en el poder. Aún desde la cárcel tuvo tal influencia, que dio oxígeno a su hija Keiko, para que compitiera dos veces por la presidencia peruana.
Un político de garra
Alberto Kenya Fujimori, nacido en Lima el 28 de julio de 1938, fue presidente del Perú desde 1990 hasta el 2000. Líder de seis agrupaciones políticas, una de ellas Fuerza Popular, que ahora dirige Keiko. Desde hace dos décadas ha marcado la política peruana.
Entre sus grandes victorias estuvo derrotar en las elecciones de 1990 , con 62,32% de los voto, al Premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa.
Brindó durante años una exitosa actuación en el plano económico y liquidó totalmente al grupo terrorista Sendero Luminoso, dirigido por Abigael Guzmán.
Precisamente en esta persecución fue abriendo paso a lo que lo conduciría a prisión. Al recurrir a instrumentos inconstitucionales (liquidó al Congreso), y rodearse de oscuros personajes como Vladimiro Montesinos.
Los delitos
Alberto Fujimori, cumplía condena por los crímenes de La Cantuta y Barrios Altos, en los que grupos parapoliciales dirigidos desde el gobierno acabaron con la vida de 25 personas.
Fue acusado de ordenar que un escuadrón de la muerte conocido como el Grupo Colina cometiera las dos masacres.
La primera tuvo lugar en 1991 en el vecindario de Barrios Altos, en Lima, y la segunda en 1992 en la Universidad de la Cantuta, también en la capital.
También se le condenó por su participación en los secuestros del periodista Gustavo Gorriti y del empresario Samuel Dyer, ambos en 1992.
Fue la primera vez que un exmandatario constitucional de América Latina era juzgado y sentenciado en su propio país por crímenes de lesa humanidad.
Mútiples reacciones a libertad de Fujimori
El escándalo que se ha formado por la libertad otorgada al ex mandatario puede mejor apreciarse, leyendo algunas declaraciones.
“La crisis a la que me referí se refleja en la decisión del Tribunal Constitucional. Los órganos de justicia internacional (…) y el Estado de derecho deberán cautelar el ejercicio efectivo de la justicia para el pueblo”.
Pedro Castillo, presidente de la República
“Expresamos nuestra preocupación por la decisión del Tribunal Constitucional que otorga un habeas corpus a favor de Alberto Fujimori, autor de graves crímenes que dañaron al Perú. Nos solidarizamos con las víctimas”.
Dina Boluarte, primera vicepresidenta
“Vivimos una crisis sistémica (…) que requiere salidas de fondo, pero que hoy demanda cautelar los derechos de las víctimas. Esperemos que la apelación a las instancias internacionales sea pronto”.
Anahí Durand, exministra de la Mujer
“El Tribunal Constitucional les dio la razón a los mafiosos que cocinaron el indulto al dictador y le dan libertad al asesino y ladrón de Alberto Fujimori. ¡Todos a las calles! ¡No pasarán!"
Guillermo Bermejo, congresista
“No me opongo a indultos humanitarios para enfermos terminales graves, incluyendo condenados por crímenes de lesa humanidad. Pero el beneficio no puede basarse en un fraude. La Corte Interamericana de Derechos Humanos debe intervenir nuevamente y verificar si la liberación se justifica y si se respetó su fallo”.
José Miguel Vivanco, Human Rights Watch
Las manifestaciones hoy en Perú son variadas en contra de la decisión, pero hay alguien quien sonríe: Keiko Fujimori.
Fuente: Prensa Peruana