La ONG Safeguard Defenders, con sede en Madrid, publicó una serie de informes que denuncian la presunta existencia de al menos 102 "centros de servicio policiales chinos"en 53 países, incluidos siete de América Latina.
El Político
Las organizaciones en defensa de los derechos humanos vienen denunciando hace años que China se ha convertido en un "Estado vigilante" que utiliza tecnología de vanguardia para mantener el control social dentro del país.
Pero un grupo de activistas especializado en China ha advertido ahora que esta red de vigilancia no solo funciona dentro de sus fronteras, reportó BBC.
¿Por qué es importante?
Estas oficinas fueron creadas oficialmente para ayudar con trámites administrativos a chinos que viven en el exterior.
Pero, según le dijo a la BBC Laura Harth, directora de campaña de Safeguard Defenders, su objetivo en realidad es "persuadir y coaccionar [a ciudadanos chinos] a que regresen a China" para ser procesados por diferentes delitos, principalmente por fraude.
En algunos casos, también se han usado para silenciar a los críticos con el gobierno chino, advierten.
La investigación ha generado una multitud de investigaciones de gobiernos de diferentes partes del mundo y de medios de comunicación, así como órdenes de cierre de algunas de estas instalaciones en Europa.
Incluso llevó a que el FBI manifestara su "preocupación"y que su director, Christopher Wray, precisara que están revisando los "parámetros legales" de estos centros.
Entre líneas
Desde China afirman que las comisarias son únicamente para ayudar a los ciudadanos chinos a renovar sus permisos de conducir y otros trámites administrativos, ya que muchos ciudadanos no pueden regresar al país debido a la pandemia y que, además, son “voluntarios locales” los que facilitan estas tareas, no policías chinos.
Pekín continúa negando que se esté empleando algún tipo de fuerza policial ilegal fuera de su territorio, y el pasado mes desde el Ministerio de Relaciones Exteriores declararon que “esperamos que las partes relevantes dejen de exagerar para crear tensiones. Usar esto como pretexto para difamar a China es inaceptable”.
"Ninguno forma parte de la policía", manifestó Zhao Lijian, subdirector del Departamento de Información del Ministerio de Relaciones Exteriores de China.
Rastrear y persuadir a los fugitivos
Según la ONG, para "persuadir" a los fugitivos, las autoridades chinas los rastrean, se ponen en contacto con ellos y los amenazan con acciones contra su familia en China si no regresan, algo que "viola el Estado de derecho internacional y los mecanismos de cooperación entre países", denuncian.
El organismo recogió el testimonio de al menos dos personas buscadas por China que recibieron llamadas amenazantes desde números locales, algo que ellos conectan con las bases policiales en el extranjero.
En lugar de cooperar con las autoridades locales [para extraditar a sospechosos] en el pleno respeto de la soberanía territorial, [China] prefiere cooperar con ‘ONGs’ o "asociaciones de la sociedad civil’ en el extranjero.
En ese contexto, el régimen chino se ha dado a la tarea de establecer un sistema policial y judicial alternativo en terceros países, e implicando directamente a esas organizaciones en los métodos ilegales empleados para perseguir a los ‘fugitivos'", denunciaron en su reporte.
El investigador de Safeguard Defenders Jing-Jie Chen aseguró a BBC Mundo que el primer medio centenar de bases halladas fueron instaladas por las fuerzas policiales de dos ciudades: Fuzhou y Qingtian, en las provincias costeras de Fujian y Zhejiang, respectivamente, que tienen grandes diásporas en el extranjero.
En el segundo informe de la ONG, publicado el 5 de diciembre, se afirma que los departamentos de Seguridad de otras dos ciudades chinas habían instalado cerca de 50 estaciones más fuera del país: Wenzhou, también en la provincia de Zhejiang, y Nantong, en otra provincia costera: Jiangsu.
«La Unión Europea debe responder en bloque a China por las 'comisarías' clandestinas»
La ONG Safeguard Defenders denuncia la «débil» respuesta de Italia, el país con mayor número de estos peculiares centros policiales@LauraHarth @SafeguardDefend https://t.co/s9Fhzljo5p
— Darío Menor Torres (@Dariomenorroma) December 19, 2022
En conclusión
Considerando que China es la segunda potencia económica del mundo, ha desarrollado relaciones con una gran cantidad de países en los que se han hallado muchas de estas nuevas comisarías de policía, generando un desequilibrio entre intereses comerciales y seguridad nacional.
A pesar de estas declaraciones, el último informe de la ONG sostiene que una de las redes policiales investigada había contratado a 135 personas para sus primeras 21 estaciones.
Asimismo, muestra la evidencia de individuos que han estado trabajando con contratos en estas estaciones, así como nuevas afirmaciones; entre las cuales las de que un ciudadano chino fue obligado a regresar s su país por varios agentes que trabajaban de forma encubierta en una comisaría de policía china en el extranjero en un suburbio de París y que fueron contratados para este objetivo concreto.
Además de al menos otros 80 casos en los que el sistema policial de Nantong en el extranjero colaboró para que estos ciudadanos fueran devueltos a la fuerza a China.
Este tipo de actividades consulares no declaradas, que quedan fuera de las labores diplomáticas oficiales, son algo insólito e ilegales, salvo en el caso de que el país anfitrión dé su consentimiento explícito.
En este sentido, según el informe de Safeguard, la mayoría de las estaciones recientemente documentadas se establecieron a partir de 2016, refutando de forma directa las declaraciones del gobierno de China que afirma que las operaciones se iniciaron como respuesta a la pandemia.
Crisis diplomática
Los informes de la organización han desembocado en la investigación de estas comisarias en al menos 13 naciones, desatando una crisis diplomática entre China y estos países.
Países como Argentina, Brasil, Ecuador, Colombia y Perú (mencionados en el informe de Safeguard Defenders) no se han pronunciado sobre el tema.
En Europa, las autoridades de Irlanda ordenaron a la embajada china que cierre una de estas oficinas reportadas en Dublín, y que -según afirma Safeguard Defenders- incluso tenía un cartel afuera que decía en chino: "Estación de servicio policial en el extranjero".
Lo mismo ocurrió en Países Bajos, donde las autoridades ordenaron que se cierren dos bases que, según el listado, operaban en Ámsterdam y Rotterdam.