Según los investigadores, los yihadistas buscaban crear un "máximo de pánico" posible y tenían la esperanza de que los oficiales no les disparen por temor a detonar los supuestos explosivos, que quedaron ensangrentados tras la muerte de los extremistas. También hallaron botellas de vino en el vehículo con el que embistieron a varias personas.
Los autores del atentado que dejó ocho muertos el 3 de junio en Londres llevaban cinturones de explosivos falsos para crear un pánico entre sus víctimas, informó este domingo la policía británica.
"Nunca antes había visto en el Reino Unido una táctica en la que los terroristas buscan crear un máximo de pánico atándose explosivos ficticios.
Cualquiera que los haya visto aquella noche habrá pensado que eran explosivos reales", comentó Dean Haydon, jefe de la unidad antiterrorista de la policía británica.
Las imágenes divulgadas el domingo por las autoridades mostraban cinturones de cuero a los que se habían atado botellas de agua de plástico recubiertas con cinta adhesiva gris y negra.
Es posible que llevaran los cinturones porque planearan tomar rehenes "o podría ser que lo vieran como protección ante los disparos para ellos", explicó el comandante de policía.
Con información de Infobae