Debido al agravamiento de la violencia en Río de Janeiro, el Gobierno Federal anunció el miércoles (3) un tímido refuerzo de la Fuerza Nacional en el Estado, cuyas tareas aún no se han discutido.
En una conversación telefónica con el gobernador Luiz Fernando Pezão, el presidente Michel Temer se comprometió a enviar más de un centenar de hombres del Ejército, lo que equivale al 0,2% de la plantilla de la Policía Militar de Río de Janeiro.
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La ayuda fue anunciada un día después de que en Río se viviera un "ambiente de terror", con nueve autobuses y dos camiones incendiados, en vías importante de la ciudad, saqueos y cierres de 28 escuelas y 10 jardines de infancia.
Los actos de violencia fueron, según el Gobierno de Pezão, en respuesta a una operación de la Policía Militar que frustró el intento de la organización criminal Comando Vermelho de invadir la favela Cidade Alta, en el norte, actualmente dominada por el Tercer Comando Puro.
Las calles de Río ya cuentas desde febrero con 125 hombres de la Fuerza Nacional, que reforzó la seguridad de la Alerj (Asamblea Legislativa de Río) y el Palacio de Guanabara, debido a las recientes protestas.
Con el nuevo refuerzo, la colaboración de esta tropa representará el 0,5% de los efectivos de la Policía Militar, que llega a 46.135.
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En una entrevista el martes (2), el secretario de Seguridad de Río, Roberto Sá, había dicho que la ayuda federal sería positiva, sin embargo, no resolvería el problema.
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