El secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, advirtió a los legisladores demócratas que "no tolerará intimidaciones" en medio de la tormenta política que desató el posible juicio político que enfrenta el presidente norteamericano, reseñó El Espectador.
El Político
La pugna entre los demócratas en el Congreso de Estados Unidos y el Gobierno del presidente Donald Trump se crispó aún más este martes con la negativa del secretario de Estado, Mike Pompeo, a que los funcionarios de su departamento citados acudan al legislativo para declarar sobre la relación con Ucrania.
"Permítanme ser claro: no toleraré tales tácticas, y utilizaré todos los medios a mi disposición para prevenir y exponer cualquier intento de intimidar a los profesionales dedicados a los que me enorgullece dirigir y servir en el Departamento de Estado", afirmó Pompeo en una carta enviada al Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes.
Todo ello en medio del revuelo generado por la investigación para un posible juicio político contra Trump por una llamada telefónica con su homólogo ucraniano, Vladímir Zelenski, en la que le pidió investigar al exvicepresidente Joe Biden, ahora aspirante a la candidatura presidencial demócrata en 2020, y a su hijo por presunta corrupción en el país.
Pompeo, quien se encuentra de viaje en Italia, subrayó en la misiva que esas peticiones del Congreso son "un intento de intimidar y tratar de manera inadecuada a los distinguidos profesionales del Departamento de Estado".
Los legisladores de ese comité tenían previsto esta semana tomar declaraciones de Marie Yovanovitch, quien fuera embajadora de Estados Unidos en Ucrania, y Kurt Volker, que dimitió el pasado viernes como enviado especial del Departamento de Estado para ese país, entre otros funcionarios.
Por su parte, Trump continuó con su retahíla interminable de ataques al informante, un supuesto agente de CIA, que presentó una queja interna por la llamada en la que el mandatario presionó a Ucrania para que investigase a Biden, y que ha desencadenado un terremoto político en EEUU.
Según los documentos desvelados, el espía se dio cuenta "de que el presidente está utilizando el poder de su cargo para solicitar la interferencia de un país extranjero en las elecciones estadounidenses de 2020″.
En varios mensajes en Twitter, el presidente insistió este martes en que toda la información de esta fuente "es de segunda mano" y que "casi todo lo que ha dicho" es "erróneo".
"No hubo presiones en absoluto (como confirmó el presidente de Ucrania). Es solo otro invento demócrata", remarcó Trump.
Trump ha sugerido que el legislador demócrata Adam Schiff, presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara Baja, fuese juzgado por "traición" y ha criticado sin cesar al informante.
Los demócratas han respondido con contundencia a las amenazas del mandatario y prometido acelerar el inicio del proceso de destitución político.
La Cámara de Representantes necesita una mayoría simple de 218 legisladores para enviar los cargos de acusación al Senado. Los demócratas ocupan 235 escaños los 435 de esa Cámara.
Por su parte, el Senado, controlado por mayoría republicana, deberá contar con el respaldo de dos tercios de la cámara, 67 senadores, para destituir al presidente, algo que actualmente parece poco factible, concluye el portal.
Fuente: El Espectador