La política de ocultamiento de las cifras de la deuda venezolana ocasiona una desinformación a la población, instituciones y acreedores. Todo esto genera un clima perjudicial para el país.
El Político
La cesación de pagos en los pasivos patrimoniales en el exterior pudieran traer fatales consecuencias a la Nación, como en efecto ha empezado a ocurrir.
“La Monstruosa Deuda Venezolana”
El Observatorio Gasto Público de Cedice Libertad y la Oficina Parlamentaria (Circuito 2 Miranda), desarrollan la iniciativa “La Monstruosa Deuda Venezolana”.
La idea es documentar de manera oficial la situación actual de la deuda externa venezolana.
Cedice Libertad y la oficina parlamentaria trabaja en la elaboración de informes, infografías y artículos que detallan la cuantificación y distribución de los pasivos venezolanos en el exterior.
El informe documentará lo relativo a los pasivos comerciales, nacionalizaciones, compromisos bilaterales y multilaterales, reportó Descifrado.
En el año 2006, la deuda pública externa de Venezuela era de 27.000 millones de US$ y representaba apenas 20 puntos del Producto Interno Bruto.
En plena bonanza petrolera el endeudamiento público comenzó a crecer para pagar centenares de proyectos inconclusos.
Se realizaron aventuras económicas en otras geografías (con fines geopolíticos), importaciones de bienes de consumo que bien podíamos haber producido en Venezuela, y muchas otras cosas que desconocemos.
En su momento se tendrá que realizar una gran auditoría para conocer la motivación y destino de esos recursos.
Sin embargo, no sólo fue la República el ente que asumió obligaciones externas; PDVSA y su estructura de filiales fueron usadas como vehículo para conseguir más y más recursos.
Hacia el año 2012 la deuda pública externa sin incluir deuda comercial, la deuda con proveedores de PDVSA, y otras obligaciones externas contingentes, sumaban ya 113 mil millones de US$.
La deuda se había multiplicado por 4 en sólo 6 años, Chávez agonizaba y Nicolás Maduro asumiría como vicepresidente y luego como Presidente electo en el marco de una situación económica y financiera gravísima y con implicaciones insospechadas para él y su gobierno.