La boliviana YPFB está incumpliendo su contrato de provisión de gas a la Argentina. El compromiso firmado es por 19,6 millones de metros cúbicos diarios, pero la firma boliviana está entregando un promedio de 16,3 millones de metros cúbicos. Eso pasó en la mayoría de las semanas desde fines de abril, la fecha en la que Bolivia debía incrementar el gas que despacha a Enarsa, la empresa estatal local que se encarga de importar.
La diferencia genera un saldo de dinero a favor de Enarsa. Sin embargo, la relación entre Enarsa y su par boliviana enfrenta un obstáculo más inmediato: en agosto, Bolivia mandará más gas a Brasil y es probable que eso limite sus envíos hacia Argentina.
Los Juegos Olímpicos en Río de Janeiro implicarán que Brasil necesitará más gas que el habitual de Bolivia. Como Brasil firmó su contrato de abastecimiento con YFPB antes que Argentina, posee mejores términos y preferencia de entrega. Bolivia no está produciendo suficiente gas para suministrarle a Brasil y Argentina. La prioridad la tiene el gigante del Mercosur.
El incumplimiento boliviano impacta en el contrato firmado con Enarsa. La estatal local posee derecho a reclamar un resarcimiento económico porque le entregan menos gas que el pactado, pero tratará de evitar pleitos.
La administración de Enarsa -encabezada por Hugo Balboa- se encontró, ni bien asumió, que se le debían US$ 377 millones a Bolivia por compras realizadas en 2015. Esa deuda se saldó, pero la firma boliviana cuenta con derechos a reclamar intereses punitorios. Enarsa negocia que no le cobren ese dinero. A cambio, desistiría de exigir las compensaciones por los incumplimientos recientes bolivianos.
Estos son varios de los tópicos que Balboa dialogará con autoridades de YPFB en un encuentro que tendrá durante esta semana. Las partes tratarán de ordenar los respectivos incumplimientos, para ir clarificando esta situación.
Durante la semana pasada, por primera vez, el ministerio de Energía hizo públicos los datos de abastecimiento con Bolivia, algo que no sucedió con el kirchnerismo en el poder.
Enarsa sigue con atención la producción boliviana, a la que espera en ascenso para 2017. Durante el año próximo, el convenio con YFPB estipula que la provisión de gas subirá a 23,3 millones de metros cúbicos. Ese caudal es necesario para el funcionamiento del gasoducto del noreste, una gran obra del kirchnerismo. Enarsa planea realizar una licitación para elegir una consultora que haga una auditoría sobre los costos de ese gasoducto, la construcción de centrales térmicas e importaciones de combustibles líquidos y gaseosos. w
Con Información de: El Clarín