La reactivación económica de China podría traer consigo repercusiones en América Latina, tanto positivas como negativas.
El Político
Aunque la reactivación del gigante asiático ayudaría a la región al comprarle más productos, la falta de inversión en sectores clave limita su capacidad exportadora.
Se espera que la desaceleración económica global no sea tan fuerte en 2023. En parte por la reapertura de China, que dejó de lado medidas estrictas de su política Cero Covid, la reactivación de este gigante económico podría ser un arma de doble filo para América Latina.
Según un análisis de la calificadora de riesgo Moody’s, aunque América Latina se verá favorecida este año por el repunte de China. Así como por unos precios razonablemente altos de las materias primas, ello no salvará la situación, pues "una década de inversión insuficiente limita las exportaciones de la región".
Un tercio de la #economía mundial estará en #recesión en 2023
El #FMI anticipa un 2023 más duro debido a la desaceleración global. China pone contra las cuerdas a la economía global, pero ello podría representar una oportunidad para Latinoamérica./rchttps://t.co/HUjn4Wp9Hv pic.twitter.com/jmxCvmgItN
— DW Español (@dw_espanol) January 4, 2023
Latinoamérica en tres y dos frente a apertura China
Cabe destacar que, con la reapertura de China, América Latina tiene potencial exportador. Esto por ser productores de alimentos y otras materias primas, como petróleo y minerales clave para la industria tecnológica, como el cobre.
De acuerdo con el análisis de la calificadora de riesgos, la subida de los precios de las materias primas inmediatamente después de la invasión rusa de Ucrania, ayudó a las principales economías latinoamericanas la pasada primavera y verano.
Pero los cuellos de botella en la cadena de suministro y las malas cosechas impidieron a los exportadores de materias primas energéticas, mineras y agrícolas producir y exportar más.