Después de la llegada de Chávez al poder, creció el proceder abusivo y la corrupción notoria de algunos integrantes de las Fuerzas Armadas. Quienes fueron admirados en algún momento de la historia de Venezuela, ahora son despreciados por la mayoría de la población civil. Un mayor general decidió contar algunos secretos del mundo castrense y develar por qué muchos venezolanos rechazan el uniforme militar.
El Político
Durante el régimen de Hugo Chávez muchas cosas cambiaron -para mal- en Venezuela. Una de ellas fue el componente castrense.
Al revisar la historia apreciamos que en las encuestas -antes de Chávez- las Fuerzas Armadas eran el segundo sector con mayor credibilidad en la población. Sólo superados por la Iglesia.
El motivo era muy sencillo. La población se sentía protegida por el componente castrense. Incluso, admiraban a algunos de sus integrantes.
En la actualidad ese sentimiento se ha convertido en repudio e incluso odio por la actitud y acciones que han tomando algunos de sus miembros.
Además, en la Venezuela actual cualquiera puede llevar un arma de alto calibre sin ser militar. A eso se unen tragedias como la que ocurrió recientemente en Guiria, donde los militares que deben resguardar nuestras costas ni siquiera se pronuncian.
La periodista de Infobae, Sebastiana Barráez conversó con el mayor general de la reserva activa Hebert Josué García Plaza sobre esta situación.
García Plaza tuvo altos cargos en el régimen de Chavéz y durante la dictadura de Maduro. Luego cayó en desgracia, fue perseguido y ahora está en el exilio.
Parece que el viejo refrán, "el Diablo paga con traición a quien bien le sirve", cae como anillo al dedo a este militar.
¿Cómo pasó? Del orgullo y admiración al rechazo y odio
“Portar el uniforme militar en las calles de nuestro país, pasó de ser motivo de orgullo y admiración a ser la cosa más rechazada y odiada por el ciudadano común. Como consecuencia, hoy se prohíbe la utilización de éste fuera de las instalaciones militares”, comentó el mayor general de la reserva activa Hebert Josué García Plaza a la periodista Sebastiana Barraez de Infobae.
Para el alto oficial del Ejército“la Fuerza Armada gozaba de respeto y prestigio dentro y fuera y del país.
Los venezolanos que tuvimos el honor de portar su uniforme éramos reconocidos, amados y vistos con mucho respeto por parte de nuestros compatriotas", recordó García Plaza.
Nuestra preparación era tomada como referencia, incluso por las fuerzas armadas de otros países del continente”, agregó con añoranza el mayor general.
¿Quién es Hebert Josué García Plaza?
Barráez narró que este oficial se graduó en la promoción GD León Febres Cordero llamada Bicentenaria Nacimiento del Libertador. Ocupó todos los cargos de comando en sus grados respectivos. Fue oficial de planta de la Academia Militar cuando era capitán y mayor. Luego ocupó el puesto de segundo comandante del Batallón Bolívar.
Ocupó muchos otros cargos como Comandante del Batallón Misilístico Ezequiel Zamora en el estado Guárico. Comandante de la 32 Brigada Caribe en Maturín. Comandante de la División en Apure.
Fue instructor invitado en la Escuela de Las Américas (1995-1997) Recibió el premio como Instructor del Año 1996. Obtuvo la máxima evaluación en examen físico.
Fue ascendiendo hasta llegar a Mayor General de Nr. 5 el 3 de julio 2012. Durante el gobierno de Hugo Chávez y el régimen de Nicolás Maduro fue viceministro y ministro.
¿Qué busca García Plaza?
García Plaza comentó “el Ejército se avecina a su bicentenario. Esta fecha representa la materialización del inicio del nacimiento de una Fuerza Armada cuyos valores fueron forjados durante la gesta independentista más resaltante de la historia en nuestro continente.”
Partiendo de esa premisa analizó como es percibida la institución armada fuera y dentro de Venezuela, destacó Infobae.
El 24 de junio es el aniversario de la Batalla de Carabobo y el Día del glorioso Ejército Bolivariano. El próximo 2021 celebrará 200 años de fundado.
Al respecto García Plaza aseveró, “La institución armada, en la cual fui formado, al igual que muchos de los compañeros que hoy hacen vida en la misma, era institucional y apolítica. Estaba dedicada en cuerpo y alma a la preparación de sus integrantes para la seguridad y defensa de la nación”.
Militares de servir a un país a cometer crímenes de lesa humanidad
El mayor general del Ejército recordó que actuaban sin vacilar cuando era necesario que la institución castrense apoyara al Estado y a los venezolanos. Desde situaciones de desastres naturales hasta programas educativos.
“Lo hacíamos de manera eficiente. Con la frente en alto y con la satisfacción de saber que prestábamos un servicio a Patria y a sus ciudadanos. Sin bandera política alguna”, aseguró
Confesó que “lo más hermoso de esa institución era sentirse amado y respetado por nuestros compatriotas. Por ello se preservaban sus valores con mucho cuidado. Sus integrantes eran reconocidos por sus méritos de acuerdo con las normas de la época, que vale destacar eran de cumplimiento obligatorio”.
García Plaza aseguró que “la institución armada estaba dedicada 100% a su preparación. Era orgullo de nuestra nación, reserva moral de la misma y por ende representaba un honor. Lo que significaba mucho sacrificio porque se trataba de ganarse el derecho de portar el uniforme que fuera heredado de nuestros libertadores”.
Razones personales y políticas de Chávez por encima de la Nación
A juicio del mayor general del Ejército “esa institución castrense amada por sus ciudadanos, respetada por el mundo político de la época y tomada como referencia por otros ejércitos de la región, inicio un proceso de transformaciones, por razones personales y políticas del presidente Hugo Chávez, a partir de 1999”.
Es así como “la prioridad pasa de ser su preparación para la defensa y seguridad de la nación, a la necesidad de apoyar al gobierno de turno en sus políticas de gobierno", expresó García Plaza.
Es por ese motivo que se incluyó en la nueva Constitución la frase: ‘la participación activa en el desarrollo nacional’ como excusa para utilizar las Fuerzas Armadas en cualquier requerimiento de su plan de gobierno”.
Eso trae como consecuencia que “los integrantes de la institución comienzan a ocupar cargos dentro del gobierno. De esa forma se inicia la politización de la misma", recordó el militar.
"Bajo el uso y manipulación de nuestro Libertador Simón Bolívar y su legado, dentro de la llamada Revolución Bolivariana, sus integrantes comenzaron a ser evaluados y reconocidos sus méritos de acuerdo con el seguimiento estricto de valores partidistas del gobierno de turno”, aseguró el alto oficial.
García Plaza cree que “es por ello que cosas inadmisibles comienzan a ser reconocidas y celebradas como los intentos de Golpes de Estado del 4 de Febrero y 27 de Noviembre de 1992. Perdiéndose de hecho la institucionalidad y los valores de la misma”.
“El entrenamiento militar y el hecho de ocupar posiciones dentro de la institución castrense pasó a un segundo plano. Como consecuencia del estatus privilegiado político y económico del que gozaban quienes ocupan cargos de gobierno. Quienes se iban para más nunca regresar”.
Llegó la Milicia Nacional
En esa transformación de la Fuerza Armada se inició un proceso acelerado de transformación de la FANB, destacó el MG García Plaza.
En ese cambio “incluyen a la Milicia Nacional. Ellos son parte de la corresponsabilidad de la defensa nacional de todo ciudadano venezolano. También se inicia la desprofesionalización acelerada de la institución y la creación de una estructura administrativa y operativa, que sumado a todos los elementos anteriormente mencionados introduce a la FANB, en proceso de caos”, describe el alto oficial venezolano.
“La consecuencia de ello es que, en víspera de su Bicentenario, el Ejército y la Fuerza armada en general, se encuentra totalmente impedida de cumplir sus funciones constitucionales. Delegando de esta manera mucho de las mismas, a grupos irregulares en las regiones fronterizas con Colombia, con la complicidad del Alto Mando Militar”.
“La estructura organizacional, que se supone sea piramidal, hoy dista mucho de serlo. Acumulándose de manera burocrática y poco eficiente una serie de Generales y Almirantes que ya no cumplen los requisitos de rigor de la institución castrense en la cual fuimos formados", narró García Plaza.
Contra inteligencia militar por un país extranjero para perseguir a oficiales venezolanos
Además, "las deserciones, actos de indisciplina y delitos comunes pasan a ser parte cotidiana de los partes diarios de las unidades de la FANB”.
“Algunos de los integrantes de Ejercito y la FANB, forjadora de libertades, hoy son señalados de cometer actos de torturas y crímenes de lesa humanidad contra nuestros ciudadanos. Así como también contra nuestros queridos compañeros castrense", aseveró el militar.
A muchos de ellos se les formo para disentir políticamente contra las injusticias de cualquier gobierno, pero menos contra el de la revolución Bolivariana, ya que el mismo es considerado un proceso de traición a la patria", destacó el mayor general.
Algo muy grave que ocurrió en las Fuerzas Armadas es que "por primera vez en nuestra historia se crea una aparato de contra inteligencia militar por un país extranjero, para perseguir y controlar la conducta política del ciudadano común y el castrense”, manifestó García Plaza.
“En víspera de nuestro bicentenario la mayor reflexión para nosotros, los integrantes de la FANB, es qué, cuándo y cómo hacemos para recuperar la institucionalidad, operatividad, reconocimiento y prestigio de la institución castrense venezolana", reveló el alto oficial que trabajó con Chávez y el dictador Nicolás Maduro.