El Senado de Estados Unidos empieza a solicitar explicaciones. Los legisladores James Risch y Chuck Grassley se dirigieron este 15 de noviembre al secretario de Estado, Antony Blinken, y al fiscal general, Merrick Garland.
El Político
Los congresistas, quienes integran el Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara Alta, cuestionaron al ministro y al procurador sobre la orden de captura y entrega que pesa sobre el dictador venezolano, Nicolás Maduro.
A través de una carta, Risch y Grassley, miembros del Partido Republicano, preguntaron por qué el Gobierno federal de Estados Unidos no ha conseguido el arresto de Maduro, durante los viajes internacionales efectuados por el dirigente chavista en los años recientes.
En su misiva, los senadores recuerdan que Nicolás Maduro estuvo en México en 2021 y que este año, además de la nación azteca, también pisó suelo brasileño. Ambas naciones, la amazónica y la centroamericana, mantienen tratados de extradición vigentes con la Unión Americana.
“Estamos muy preocupados por la capacidad de Nicolás Maduro, un fugitivo de la justicia estadounidense, de eludir el arresto y la extradición, a pesar de numerosos viajes internacionales desde enero de 2021”, indican los legisladores.
En un intento por hacer presión, James Risch y Chuck Grassley recordaron que, en marzo de 2020, “el Departamento de Justicia de Estados Unidos anunció acusaciones contra 15 funcionarios venezolanos, actuales y anteriores, incluido Nicolás Maduro”.
Los líderes republicanos exigieron a Antony Blinken y a Merrick Garland informar, antes de que finalice el presente mes, si sus oficinas han tomado (o tomarán) medidas para garantizar la detención de Maduro y su traslado a suelo estadounidense.
Para ambos senadores, las acusaciones contra el dictador y, sobre todo, su permanencia en el poder prolongan “la crisis de inmigración ilegal y de drogas ilícitas que amenaza la seguridad de los Estados Unidos”.