El presidente del Gobierno Pedro Sánchez sorprendió a España convocando de forma anticipada elecciones generales, tras un mal resultado en las elecciones del pasado domingo.
El Político
Vale destacar que en la doctrina militr rusa, al igual que en muchos otras preceptos militares, la importancia de la sorpresa radica en su potencial de desestabilizar al enemigo, reportó TheConversation.
Otro tanto pasa en la política: la sorpresa impacta emocional y psicológicamente en el adversario y suele minar su moral y confianza. Es una herramienta que busca inclinar la balanza a favor de quien la utiliza, proporcionando ventajas competitivas.
Si se interpreta la elección desde una perspectiva meramente dicotómica, la del PSOE contra el PP, puede resultar difícil de entender la jugada adelantada. Al PP y Vox el adelanto les complicará la negociación por los gobiernos regionales y locales en numerosas instancias.
Pero, más allá de eso, es dudoso que el anticipo electoral de Sánchez perjudique a Alberto Núñez Feijóo, a Isabel Díaz Ayuso o, en general, al PP, quienes se sienten justificadamente eufóricos por la victoria y serán beneficiarios de esa aureola mágica que acompaña, por un tiempo, a los vencedores en política.
¿Qué podemos esperar de los debates políticos en España?
Por otra parte, la convocatoria inmediata de elecciones tendrá, previsiblemente, un segundo efecto en términos del debate político, reseña The Conversation..
Probablemente, cambiará el marco de la discusión: ya no se hablará demasiado del 28M, sino que se pasará rápidamente a hablar del 23J.
En este sentido, el PSOE puede conseguir amortiguar el efecto “bandwagon” que pretendía aprovechar el PP, es decir, el efecto de “apuntarse al carro ganador”, que los politólogos han documentado como uno de los más comunes en procesos electorales de todo tipo.
Pido el voto para el @PSOE a esa mayoría que quiere avanzar y nunca retroceder.
Derrotemos en las urnas a los que quieren volver a la España de 2013, la de los recortes y la precariedad.
Si votamos en masa el domingo, reforzamos la convivencia y mejoramos derechos. pic.twitter.com/AbyQbOTxTO
— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) May 26, 2023
¿Qué busca Pedro Sánchez?
Según algunos anañlistas, Pedro Sánchez adelantó las elecciones en España debido a la imposibilidad de aprobar los Presupuestos Generales del Estado y la falta de apoyo parlamentario para su gobierno.
Sánchez consideró que convocar elecciones era la mejor opción para buscar un respaldo mayoritario de la ciudadanía y poder gobernar con estabilidad.
Además, también se especuló que el adelanto de las elecciones podría ser una estrategia para aprovechar el buen momento de su partido en las encuestas y obtener una victoria más contundente.
Lo cierto es que el presidente del Gobierno decidio adelantar las elecciones generales al 23 de julio ante el riesgo de que un desgaste más largo de su Ejecutivo en los próximos meses, con una derecha envalentonada tras su rotundo éxito electoral, acabe con una mayoría absoluta rotunda del PP y Vox.
El IPC baja al 3,2%, casi un punto menos que en abril, por la moderación del precio de los alimentos y la bajada de los combustibles.
Las medidas socialdemócratas funcionan y benefician a la mayoría social de este país.
Eso es lo que la ultraderecha no puede soportar.
— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) May 30, 2023
Una señal de recuperación del bipartidismo
En las anteriores elecciones autonómicas de 2019, la sumatoria de los partidos históricos PP y PSOE alcanzó apenas poco más del 50 % del electorado, cuando tradicionalmente los dos principales partidos acaparaban alrededor del 80 % de los votos.
Sin embargo, en las elecciones del pasado domingo la suma de los partidos grandes casi alcanzó el 60 % del total de votos, lo que constituye una señal de recuperación del bipartidismo, con la virtual extinción de Ciudadanos y la importante merma de Podemos.
Hoy Vox ha quedado convertido en el mayor de los partidos pequeños. Originalmente se había posicionado a la derecha del PP.
Pero dado que definiéndose como un partido de extrema derecha tendría un techo muy bajo que les dificultaba el crecimiento, buscaron crecer en la transversalidad: en el voto obrero, desencantado, que percibe al inmigrante como amenaza y a Europa como una entidad que no le representa.
Vox, en el epicentro de la agenda política
Vox ha evolucionado de la extrema derecha al populismo como oportunidad táctica en su mensaje y narrativas:
“Los de dentro frente a los de fuera”. Puede Vox ser xenófobo, polarizante y populista pero, gracias a ello, con frecuencia logra situarse en el epicentro de la discusión pública, un atributo que comparte con otros actores populistas del mundo.
El adelanto electoral, al mismo tiempo que se dan las negociaciones regionales entre Vox y el PP, también ayuda al PSOE con su mensaje: o Vox (con PP) o nosotros.
Ante la fragmentación del espacio de la izquierda, Sánchez ha venido trabajando durante los años recientes en preservar el espacio natural de su partido y aglutinar todo el voto progresista en torno al PSOE.
Votar importa.
Gracias al voto hemos revalorizado las pensiones, hemos subido el SMI y hemos construido hospitales públicos.
Pido el voto para el @PSOE porque cuanto más fuertes estemos, más fuerte está el Estado del bienestar.#LoQueVotasImporta pic.twitter.com/pnBsFCsOIW
— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) May 26, 2023
Entre líneas
Sánchez, acostumbrado a las decisiones arriesgadas en toda su carrera, ha optado por la más peligrosa de todas ellas, pero también la única que nadie esperaba en la noche electoral.
El presidente pone así a los votantes, en especial a los progresistas, ante la tesitura de tener que decidir casi inmediatamente si quieren consolidar el resultado de las elecciones autonómicas y municipales, que entrega casi todo el podr al PP y Vox, y permitir que eso sea lo que llegue también a La Moncloa, o se movilizan para impedirlo.
Sánchez incluso renuncia así al escaparate que suponía la presidencia española de la UE y llama a los españoles a decidir ya, en pleno arranque del semestre.
En conclusión
Las elecciones llegarán en pleno verano; en la Moncloa, por su parte, confían en la movilizacion de la izquierda.
El adelanto de las elecciones no perjudica tanto al PP o al resto de la derecha como a Sumar, a Más País o a otras facciones de Podemos.
Es a esas agrupaciones de izquierda, que se encuentran actualmente lamiendo sus propias heridas tras la derrota, a quienes la sorpresa puede generar confusión y desorden, dificultando su capacidad de respuesta. Al agarrar al adversario desprevenido, se pueden lograr ventajas tácticas y estratégicas significativas.
A nivel interno, el adelanto electoral también implica poner la mirada del PSOE en el próximo 23 de julio y no en el análisis del fracaso del domingo. Esto puede evitar la rebelión puertas adentro y concentrar esfuerzos de manera cohesionada.
El adelanto electoral pone, además, fin a una situación insostenible: seis meses de desgaste continuo con conflictividad en el partido y enormes dificultades en la acción de gobierno con Podemos y Sumar en el Consejo de Ministros.
Para Suvórov, sorprender al enemigo implicaba obtener una ventaja táctica y psicológica significativa, lo que aumentaba las posibilidades de conquistar y derrotar al oponente. Quizás no haya sido el mejor resultado electoral, pero para Sánchez lograr un partido cohesionado y unos adversarios muy disminuidos puede ser un buen aliciente para las siguientes elecciones.
Los sistemas políticos, complejos al fin, no suelen ser dicotómicos. Y el sistema político español, que durante cuatro décadas fue bipartidista, cambió en la última década.
Con el surgimiento de los tres nuevos partidos a nivel nacional (Podemos, Vox y Ciudadanos) el bipartidismo español pareció llegar a su fin, dando paso a una nueva realidad política, la de un pentapartidismo, integrada por dos partidos grandes y tres pequeños.
Los partidos pequeños encontraron un claro espacio a tono con el populismo europeo contemporáneo, tanto desde la izquierda como desde la derecha.
Pero el surgimiento de esos partidos pequeños también vino acompañado de la erosión de los grandes, no podía ser de otra manera. Vox creció alimentándose de la base electoral del PP, mientras que Podemos lo hacía de la del PSOE. Ciudadanos, durante un tiempo corto, comió de ambos.