La fecha de la posible investidura de Mariano Rajoy no hace más que saltar casillas en el calendario de este verano. Si las primeras fechas que citó el presidente en funciones tras las elecciones del pasado 26 de junio fue la de la primera semana de agosto, el 2 o el 3 para la primera votación y 48 horas después la segunda, pronto se comprobó que sería imposible. La siguiente que salió a relucir, vistas las dificultades para sumar los apoyos de PSOE y Ciudadanos, fue la del 23 de este mes, lo que tampoco parece probable ya que la situación sigue casi igual de bloqueada.
Javier Maroto, vicesecretario del PP, apuntó este viernes la posibilidad de que la cita espere hasta después de las elecciones vascas y gallegas, que se celebrarán el 25 de septiembre.
El presidente en funciones no ha vuelto a pronunciarse en esta materia y se refugia en el "cuanto antes, mejor", pero no se atreve ya a apuntar ninguna fecha. De hecho, ni siquiera ha confirmado que vaya a presentarse si no consigue los apoyos que le garanticen que saldrá del debate investido como jefe del Ejecutivo. Su interés es sustituir esa discusión por las urgencia en aprobar el techo de gasto, primer paso para los Presupuestos Generales del Estado, y campo en el que cuenta con Ciudadanos para empezar a negociar.
El umbral de las elecciones vascas y gallegas
El responsable del área sectorial del PP es quien más lejos ha ido al referirse a que no descarta que pueda producirse una vez pase el 25 de septiembre. "No sería el mejor de los plazos sino algo ya muy retrasado", admitió Javier Maroto.
La vicepresidenta no se ha atrevido a reconocer que esa fecha haría prácticamente imposible cumplir con los plazos de Bruselas, que exige que los proyectos presupuestarios de los Estados miembros los remitan a la Comisión Europea antes del 15 de octubre. Una vez presentado el Decreto Ley del techo de gasto, el plazo para convalidarlo en las Cámaras es de 30 días.
Con Información de El diario