El “Nobel de la Paz” ha desatado otra tormenta que repercute a miles de kilómetros, específicamente en el proceso de paz de Colombia, reseñó América 2.1.
El Político
El portal detalla que se trata de los Comités que otorgan los míticos premios Nobel, pues varios de sus integrantes, por primera vez en su historia, son acusados de recibir sobornos, filtrar informaciones y de otras conductas inapropiadas, e inclusive, ya algunos de sus miembros han sido obligados a renunciar.
En el mismo escándalo, han aparecido graves informaciones relacionadas con el Comité Nobel de Noruega, que otorga el Premio Nobel de Paz, que el año pasado fue entregado al Presidente de Colombia.
América 2.1 explica que quien preside ahora ese Comité, la señora Kaci Kullman, poco antes había sido Ministra de Estado de Noruega, y como tal representó los intereses de la Estatal Petrolera Noruega Statoil que recibió del Presidente Santos grandes negocios petroleros en Colombia, en asociación con Ecopetrol, la petrolera estatal colombiana.
En esos negocios, el ex-Presidente de Colombia le entregó a la petrolera noruega vastas regiones colombianas para la exploración de petróleo, justo antes de ser “honrado” con el premio Nobel de Paz.
Sumado a eso, recientemente aparecieron más hechos escandalosos. Durante los primeros días de este mes de abril, la Primera Ministra de Noruega, Erna Solberg, de visita oficial en Bogotá, junto con los embajadores de Suecia y Noruega en Colombia, denunciaron que había manejos turbios en los dineros que ambas naciones habían donado para el Proceso de Paz, por un total de 200 millones de euros. Ante la gravedad de semejante denuncia, el Presidente Santos respondió indignado que el manejo de esos dineros ha sido “transparente”. Sin embargo, aunque parezca increíble, menos de dos semanas después, la directora del organismo que maneja esos recursos fue destituida fulminantemente, acusada de gravísimas irregularidades.
Asimismo, se conoció que los beneficiarios de los contratos hacían parte de una red de cooperadores y testaferros de las FARC, además de algunos políticos amigos del Gobierno. Lo que se decía que era una negociación que conduciría a Colombia hacia la paz, terminó siendo una farsa gigantesca montada por el Gobierno y las FARC, para lavar los millonarios recursos de esta última, producto del narcotráfico, todo esto, prestigiado por la aureola brillante que produce el Nobel de Paz.
Fuente: América 2.1