Los políticos suelen tragarse sus palabras. Dina Boluarte se quedará en el poder hasta el 2026 en Perú y demostró que no es la excepión de la regla. Ella está dispuesta finalizar el periodo que le correspondía al depuesto mandatario Pedro Castillo, y la ley lo permite. El detalle es que había prometido elecciones generales para abril de 2024 y cambió totalmente de parecer.
El Político
Cabe recordar que cinco días después de asumir el cargo de presidenta del Perú, Boluarte, que era la vicepresidenta, prometió que haría elecciones generales en 2024. Eso ocurrió específicamente el 12 de diciembre de 2022. Todavía no se había desprendido de su vínculo con las masas y se sentía intérprete de lo que deseaban las mayorías.
Dijo esa vez que había interpretado de la manera más amplia la voluntad de la ciudadanía y en función de eso buscaba un acuerdo con el Congreso para adelantar las elecciones generales para abril de 2024.
Todo eso quedó en palabras tras el anuncio del jueves, cuando Dina Boluarte informó que seguirá en el poder hasta julio de 2026, es decir, hasta agotar el período iniciado en 2021 por Pedro Castillo. Él se encuentra encarcelado por un intento fallido de autogolpe.
Dina Boluarte confirma que pretende gobernar en Perú hasta 2026
La presidenta de Perú, Dina Boluarte, ratificó este jueves que piensa completar el mandato por el cual fue elegido Pedro Castillo en 2021, pese a que la mayoría de la población rechaza su gestión. pic.twitter.com/R1HtzxfXZK
— RT en Español (@ActualidadRT) June 16, 2023
Rechazo masivo
Boluarte era parte de la misma organización política de Castillo e hicieron campaña juntos. Con esa plataforma política se convirtió en vicepresidenta. Le correspondió asumir la Presidencia de Perú por disposición constitucional. Pero el rechazo a su gestión ha sido enorme casi desde el primer día.
Las manifestaciones de repudio en las calles han sido masivas y, a medida que los ánimos en el país se fueron caldeando, algunas protestas se tornaron violentas. En consecuencia, Boluarte optó por reprimir.
A finales de enero decenas de manifestantes habían perdido la vida durante las protestas. La gobernabilidad de la nación estaba en entredicho. La imagen de la presidenta iba en picada. En ese escenario nuevamente habló de elecciones.
Recurrió al Legislativo o, mejor dicho, lo conminó a hacerse cargo del asunto de las elecciones. Por si quedaban dudas, dijo que si los congresistas no lo hacían, el Ejecutivo presentaría un proyecto de ley.
En ese momento habló de "responsabilidad histórica" y les dijo a los congresistas que era el momento de decirle a Perú, "nos vamos todos”. Añadió que este mismo año 2023 se podrían realizar los comicios, con una primera vuelta en octubre y la segunda en diciembre. A ese nivel de planificación se llegó en plena crisis.
Aferrada al poder
Ser la primera presidenta de la historia de Perú no garantizó la gobernabilidad. La represión a las protestas fue considerada como "uso excesivo de la fuerza" por la ONU. Eso la hizo blanco de cuestionamientos internos e internacionales. La salida parecía ser electoral, como la misma Boluarte había anunciado…Pero no. Está determinada a permanecer en el poder.
Uno esperaría que #DinaBoluarte tuviera disposición y capacidad de diálogo ante la realidad que la persigue desde que asumió el cargo. Hay un grupo que no la quiere como presidenta, pero ella decidió aferrarse al poder. Lo que urge en #Perú es habilidad para sentar a todos los… https://t.co/1EDhp6qPgI
— Patricia Janiot (@patriciajaniot) June 15, 2023
El miércoles de esta semana dio unas declaraciones que la situaron en la mira de todos. Cuando los periodistas le preguntaron sobre el propósito de la sociedad civil de movilizarse de nuevo para reanudar las protestas, se mostró dispuesta a reprimir nuevamente.
Textualmente dijo a los medios:“Desde diciembre hasta febrero hemos estado como bomberos, apagando casi 500 manifestaciones violentas. Ahora mismo hago un llamado a estas personas que nuevamente están anunciando la tercera toma de Lima: ¿Cuántas muertes más quieren? ¡Por amor de Dios!”.
El Congreso no coopera
En marzo pasado, la Comisión de Constitución del Congreso no logró obtener los votos necesarios para aprobar la propuesta del Ejecutivo de adelantar las elecciones generales para 2023.
Ese fue el segundo intento fallido. Anteriormente se había planteado hacer los comicios en 2024, como era la promesa inicial, pero el legislativo tampoco avanzó en ese sentido.
De hecho, el tema de las elecciones generales ha sido borrado de la discusión en el Pleno del Congreso.
Fuente: El País