Raul Gorrín se convierte en el tercer venezolano en la lista de los 10 más buscados, después del ex vicepresidente ejecutivo del régimen de Nicolás Maduro, Tareck El Aissami, y el testaferro de éste, Samark López.
El Político
La Policía de Inmigración (ICE) de Estados Unidos incluyó el miércoles al empresario chavista Raúl Gorrín en su lista de los más buscados, por lavado de dinero y conspiración para evadir la ley contra prácticas de corrupción extranjeras.
Gorrín, compró el canal de noticias Globovisión en el 2013 en una controversial operación, pero enfrenta cargos en la fiscalía federal de Miami por su presunta participación en un esquema de corrupción vinculado con el sistema de control de cambio del país.
“La acusación alega que Gorrín […] pagó millones de dólares en sobornos a dos altos funcionarios venezolanos para adquirir los derechos para realizar operaciones cambiarias bajo tasas de cambio favorables”, resaltó ICE en su comunicado.
Gorrín es incluido en la lista luego de que se fugara de la justicia tras un pliego acusatorio presentado el 16 de agosto de 2017 en el distrito sur de Florida y tras la publicación del aviso actualizado por parte de la Red contra los Delitos Financieros del Departamento del Tesoro de EE UU (FIN-2019-A002, publicado el 3 de mayo de 2019) sobre la corrupción pública que impera en Venezuela.
Además de transferir dinero para sobornar a los funcionarios, presuntamente pagó los gastos de ellos relacionados con jets privados, yates, viviendas, caballos de competencias, relojes de lujo y una línea de ropa, agregó el comunicado.
Para esconder las operaciones, el empresario realizó los pagos a través de múltiples empresas de maletín, es decir, tranfería a empresas fantasmas y con ellas lograba obtener dólares preferenciales.
La ruta de la corrupción funciona de esta manera, el empresario, cualquiera con contactos en el gobierno, abre empresas en Miami y otras ciudades, preferiblemente de comida o tecnología, luego solicitaba dólares preferenciales a precio de gobierno, llegó a esta a siete bolívares o menos por dólar, sin quitar los seis ceros inflacionarios, luego procedía a "comprar" mercancía en su propia empresa, ya los dólares habán salido del país y no se controlaba si la venta era real o no, ademas los precios esaban inflados.
De esta manera se beneficiaron al comienzo importadores de comida, quienes pedían dólares preferenciales para importar alimentos a sus propias empresas que armaban en Miami de ese modo adquirían los alimentos a dólares preferenciales por parte del Estado y luegos los revendían a dólar libre y las cifras de los productos importados eran infladas de dos maneras; por un lado los precios eran abultados y por otro, llegaba menos cantidad que la indicada
Gorrín también es investigado en la misma fiscalía por su vinculación con un esquema de malversación y lavado de dinero que buscaba extraer hasta $1,200 millones de la estatal Petróleos de Venezuela, que también involucraba a integrantes de la familia de Maduro.
Desde 2003 el régimen de Chávez obligó un estricto régimen de control de divisas. Todas las empresas e individuos del sector privado debían solicitar la autorización de una comisión monetaria operada por el gobierno para comprar divisas para el pago de sus importaciones y para otros usos aprobados (por ejemplo, viajes al extranjero), señala un trabajo de Dámaso imenez en El Venezolano.
"Desmonta la DEA que prácticamente todos los dólares lavados a través del sistema financiero formal de Venezuela desde entonces pasaron por la comisión monetaria del gobierno, es decir, el Banco Central u otra agencia gubernamental."
Señala el informe que el control de divisas y los estrictos controles de precios se prestaron para la manipulación y el arbitraje de bienes, pero también obligaron a muchos de estos empresarios y comerciantes legítimos a participar ilegalmente en el sistema para obtener acceso a las divisas extranjeras, limitadas estrechamente por el Estado forajido que facilitó como alternativa el lavado de dinero ante un enjambre siempre dispuesto a colaborar con la destrucción del país a cambio de su participación en un mercado negro robusto y gigantesco que aún sigue funcionando en la álgida frontera colombo venezolana, bajo el control de las FARC y el ELN.
El 03 de mayo de 2019 la Red Contra Delitos Financieros, FinCEN por sus siglas en inglés, emitió un actualizado “Aviso sobre la corrupción pública generalizada en Venezuela”, advirtiendo contra los continuos intentos corruptos que existen en el país con el propósito de robar, ocultar o lavar dinero. El “Notice” declaró que todas las agencias del gobierno venezolano y empresas estatales eran vulnerables a la corrupción pública y el lavado de dinero.
Solicitó a las instituciones financieras de Estados Unidos que evitaran que los ingresos ilícitos vinculados a la corrupción pública venezolana se moviera a través de los EE. UU.
“Los corruptos allegados a Maduro continúan buscando flujos de fondos ilícitos, incluso mientras el pueblo y la economía venezolanos se hunden cada vez más en la desesperación. Estamos alertando a las instituciones financieras de que el régimen de Maduro está utilizando esquemas sofisticados, como el desvío de la ayuda humanitaria, para evadir sanciones y mantener su control sobre el poder”, declaró Sigal Mandelker, Subsecretaria del Tesoro a cargo de Terrorismo e Inteligencia Financiera.
Enfatizó que la comunidad financiera internacional debe estar atenta para evitar la explotación a manos de los corruptos catalogados como terroristas financieros, tanto a ellos como a quienes los habilitan, incluyendo las empresas de fachada o fantasma e instituciones financieras extranjeras que continúan sosteniendo el régimen ilegítimo que lidera Maduro.
El director del FinCen, Kenneth Blanco, concluyó a propósito del informe de la DEA, que los venezolanos están siendo victimizados por el régimen ilegítimo de Maduro, sus socios y aliados,
“El pueblo venezolano está sufriendo una tragedia épica de proporciones raras, nunca vistas en el hemisferio occidental debido a la codicia y la corrupción del régimen ilegítimo de Maduro. Estados Unidos no permitirá que se abuse de nuestro sistema financiero para beneficio de cleptócratas extranjeros que tratan de esconder sus fortunas secretas, y comprar casas, yates y aviones en los Estados Unidos, así como generar cada vez más riqueza para los propósitos inhumanos del régimen de Maduro.
Este dinero pertenece legítimamente al pueblo de Venezuela. FinCEN y sus aliados en las instituciones financieras continuarán colaborando para cortar el flujo de dinero sucio”.
El FinCen impulsó las primeras acciones legales de los EEUU contra funcionarios del régimen, familiares y ciudadanos que fungían como sus testaferros dentro del sistema financiero norteamericano relacionadas con el lavado de dinero.
Desde el 2017 el Departamento de Estado viene alertando que el lavado de dinero no solo sostiene el “Estado forajido”, se ha extendido en varias áreas del país, incluidos banca comercial, bienes raíces, agricultura, ganadería, valores, metales, industria del petróleo y minería, todos con amplios intercambios de divisas con la cúpula en el poder.
Devela el FinCen que uno de estos esquemas están basados en el comercio, una variación del intercambio de pesos en el mercado negro, involucra a narcotraficantes que proporcionan dólares generados por narcóticos desde Estados Unidos a contrabandistas comerciales, agentes de viajes, inversionistas y otros en Colombia a cambio de pesos colombianos.
A su vez, esos pesos colombianos se intercambian por bolívares venezolanos al tipo de cambio paralelo y se utilizan para recomprar dólares a través del régimen de control de moneda de Venezuela a tipos de cambio oficiales mucho más fuertes.
En Brasil, Bolivia y Paraguay aparecieron varias incautaciones de grandes cantidades de bolívares ya sin valor alguno que pueden estar relacionadas con el tráfico de drogas, las estafas de cambio de moneda y los esquemas de falsificación del euro y el dólar estadounidense.
Un enorme delito financiero a gran escala, del que aún se desconocen sus verdaderas consecuencias internacionales.
Con información de Herald. Univisión, VOA,El Venezolano