Los rusos siempre han querido regresar a su rol de suprautoridad de sus antiguos aliados del eje soviético y han encontrado su punta de lanza en el presidente de la República Checa, Milos Zeman.
El Político
Pero los checos odian a los rusos. No olvidan la invasión al país por la Unión Soviética y otros miembros del Pacto de Varsovia, el 21 de agosto de 1968. Movimiento con el cual destruyeron las libertades conquistadas en la llamada Primavera de Praga, dirigida por Alexander Dubcek.
La Unión Soviética se mantuvo en la entonces Checoslovaquia hasta 1991, cuando salieron sus últimas tropas por lo que fue la Revolución de Terciopelo.
Protegido por el capital ruso
Antiguo militante del Partido Comunista checo, Zeman, fundó en 2009 el Partido de los Derechos Civiles Zemanovci, y con éste llegó a la presidencia en 2013, y fue reeelecto en 2018.
Según una reciente investigación del portal alemán Tagesschau, tras su ascenso y permanencia en el poder está un mago del capital ruso: Vladimir Yakunin.
Conocido como “el hombre de los ferrocarriles”, porque fue presidente de la compañía estatal rusa de ferrocarriles entre 2005 y 2015, es un viejo socio del presidente Vladimir Putin. Con quien estuvo en la tenebrosa KGB, el organismo de control y represión ruso.
Ahora Yakunin es un empresario con una visión ultraconservadora del mundo y con objetivos políticos en Europa Occidental, un "pionero" de la influencia rusa.
Yakunin se encargó de llevar a Zeman a las redes rusas
La conexión con Zeman se estableció cuando Yakunin viajó a Praga en 2002 en su función entonces de viceministro de ferrocarriles de Rusia. Viajó en busca de un proveedor de piezas de repuesto para las locomotoras checas utilizadas por los ferrocarriles rusos.
Desde el primer momento estuvo al lado de Zeman aportándole recursos económicos y orientándole en asuntos políticos, como denuncia la investigación de Tagesschau.
Una nueva Primavera checa
Las posiciones de Zeman han enardecido a gran parte de la población checa.
Zeman aún no lleva a la República Checa a la OTAN y a la UE.
Como presidente, sin embargo, negó la presencia de tropas rusas en Ucrania, en contra de las conclusiones de la OTAN y de los servicios de inteligencia checos. En 2016, descartó la posibilidad de que Rusia tuviera que devolver la península de Crimea anexionada a Ucrania. De nuevo en contradicción con el Gobierno checo de entonces. En consecuencia, pidió el levantamiento de las sanciones contra Rusia.
En abril de 2021, expresó sus dudas cuando las autoridades de seguridad presentaron pruebas de que la agencia de inteligencia militar rusa GRU podría estar detrás de las explosiones en un depósito de armas y municiones. Sus palabras hicieron que miles de personas salieran a la calle a protestar. Le acusaron de difundir desinformación rusa.
Zeman pareciera estar preparando el camino para… ¿una nueva Primavera Checa?.