El presidente sirio, Bachar al Asad, prorrogó el decreto de indulto, ordenado por él mismo en julio pasado, que estipula el perdón para los combatientes que entreguen sus armas y se rindan ante las autoridades.
Según un comunicado de la Presidencia siria, el mandatario ha extendido la validez del indulto declarado el pasado 28 de julio, que expiraba hoy, para otros tres meses más.
Esa orden estipula el perdón total para "aquellos que lleven armas y estén huidos de la justicia si se rinden y las entregan" en ese plazo.
También se concede el indulto a los secuestradores que mantengan rehenes y los pongan en libertad, "de forma segura y sin recibir nada a cambio", en el periodo de un mes.
El decreto precisa que no se aplicará la medida a aquellos que ya tengan abiertos pleitos ante tribunales especiales contra el derecho personal, aunque no ofreció más detalles.
Desde el estallido del conflicto en Siria, en marzo de 2011, el jefe de Estado sirio ha decretado varias amnistías, aunque generalmente siempre han estado excluidos quienes tuvieran "las manos manchadas de sangre".
La extensión de la medida se produce en medio de los esfuerzos para lograr un nuevo alto el fuego en el país árabe y para pacificar, especialmente, la ciudad de Alepo, la mayor del norte de Siria y una de las más castigadas por la violencia.
Con información de EFE