El primer ministro portugués, António Costa, ha presentado esta tarde su dimisión tras conocerse que la Fiscalía lusa ha abierto un proceso penal contra él en el ámbito de la operación por presunto delito de corrupción vinculado al sector del litio y el hidrógeno verde.
El Político
“Fui sorprendido hoy con la información oficialmente confirmada por la Fiscalía. La dignidad de las funciones de primer ministro no es compatible con cualquier sospecha sobre su integridad, su buena conducta y menos todavía sobre la sospecha de la práctica de cualquier acto criminal”, ha afirmado Costa en un comunicado al país,
Con estas palabras el politico imputado justifica así su decisión de presentar su dimisión de su cargo frente al presidente de la República, Marcelo Rebelo Sousa.
El presidente de la República ha convocado mañana a todos los partidos políticos con representación en la Asamblea de la República y el Consejo de Estado tendrá lugar el próximo jueves.
Al término de esta reunión, Rebelo Sousa hablará al país para comunicar su decisión. El jefe de Estado ha aceptado dicha dimisión y cabe ahora saber si decide disolver el Parlamento y convocar elecciones anticipadas.
Otra opción menos probable sería que el gobierno socialista, con mayoría absoluta en el Parlamento, presentase otro candidato.
Este martes el Ministerio Público y la Policía lusa han realizado 42 registros en varios ministerios y en la residencia oficial del primer ministro dentro de una operación por presunto delito de corrupción vinculado al sector del litio y el hidrógeno verde.
Un proceso judicial amplio por corrupción
Esta investigación cuenta ya con cinco detenidos, entre ellos el jefe de gabinete de Costa, Vítor Escária, y uno de sus amigos y hombres de confianza, el empresario Diego Machado. Además, el ministro de Infraestructuras, João Galamba, ha sido considerado imputado y otros miembros del Ejecutivo están siendo también investigados.
Costa, que gobierna en mayoría absoluta al frente del Partido Socialista (PS), ha afirmado que no tenía conocimiento de este proceso y que “estoy totalmente disponible para colaborar con la justicia en lo que sea necesario para apurar la verdad sea sobre cualquier materia”.
A lo largo de los casi ocho años que ejerce funciones como primer ministro asegura que “me he dedicado de alma y corazón a servir a Portugal y a los portugueses. Si bien estaba dispuesto a cumplir el mandato hasta el final de esta legislatura, deja el cargo mirando a los ojos a los portugueses afirmando que no me pesa en la conciencia la práctica de cualquier acto ilícito”.
Tras su renuncia, los próximos pasos a seguir los decidirá el presidente, el conservador Marcelo Rebelo de Sousa, que tiene el poder de disolver la Asamblea de la República y convocar elecciones si lo considera necesario.
Costa no quiso avanzar ni desmentir si será candidato en unas eventuales elecciones: “Lo último que haré será condicionar o pronunciarme públicamente sobre la decisión que el presidente tomará”.