Tesla, la empresa líder fabricante de autos eléctricos atraviesa una severa crisis, y lo más cuestionable es que dicha crisis la causó su dueño, Elon Musk.
Mario Beroes Ríos/El Político
El valor de la compañía en 2022 era de 1,2 billones de dólares, lo que superaba con creces la mayoría de las empresas automovilísticas de Estados Unidos y Europa juntas. ¿Qué pasó que Tesla ha perdido el 71% de esa cifra?
De hecho la fortuna de su impredecible CEO, Elon Musk, se ha reducido en más de 200.000 millones de dólares.
Lo que sí es cierto es que los posibles compradores de vehículos eléctricos, están cada vez menos dispuestos a pasar por alto la cuestionable calidad de construcción de Tesla y el interior de un coche mucho más barato.
Por otra parte, los propietarios naturales de Tesla están menos dispuestos a pasar por alto las payasadas libertarias del Musk en Twitter, que compró en octubre y ha mal gestionado con gusto, especialmente ahora que tienen un montón de alternativas que salvan conciencias entre las que elegir.
Recalibrar perspectivas
El martes 3 de enero, el mundo industrial recibió la noticia que Tesla no cumpliría con las metas de entregas por tercer trimestre consecutivo, además de dar a conocer que la diferencia entre la producción y las entregas había aumentado, es decir menos pedidos de sus vehículos eléctricos.
En un día perdió el 12% de su valor, unos 50.000 millones de dólares. De hecho ya existen dudas de las palabras de Musk de fabricar 20 millones de coches al año en 2030, o de que el piloto automático de Tesla esté cerca de convertirse en un sistema de conducción totalmente autónoma que cambie el mundo.
El mercado ha recalibrado las perspectivas de Tesla, a pesar que Musk considera que es una firma tecnológica, a la altura de gigantes digitales como Alphabet, Apple o Meta, y no de gigantes metalúrgicos de la vieja economía como Toyota o Volkswagen.
China que no ayuda
Pero los tiempos están cambiando y muy rápido. El desplome en los precios, en 2022, después de que su crecimiento comenzara a ralentizarse y los tipos de interés más altos hicieran que sus beneficios futuros prometidos parecieran hoy menos valiosos.
La cotización de las acciones de Tela en el mercado bursátil ha sufrido un cambio brusco, superior al de las otras compañías tecnológicas.
A pesar de haber evitado la interrupción de la cadena de suministro por la pandemia, Tesla se ha visto atrapada en la caótica retirada de China de la política de “cero virus”; su gran fábrica de Shanghai se ha visto afectada por cierres relacionados con el virus.
Y tras haber marcado el rumbo de la transición de la industria, ahora se enfrenta a una gran competencia por parte de rivales establecidos y de una multitud de recién llegados a los que inspiró.
Días después de que Tesla diera a conocer sus decepcionantes cifras, Volkswagen presentó su id.7, un aspirante a la berlina básica Model 3 de Tesla.