La sequía que vive parte de Bolivia y el ataque de plagas redujeron este año en un 21 % los cultivos de granos del país respecto a la gestión precedente, lo que se traduce en pérdidas por 173 millones de dólares, informó hoy la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo).
Los cultivos de soja, trigo, girasol, maíz y sorgo dieron como producción un total de 3.594.094 toneladas, que representa una baja global del citado 21 %, indicó en un comunicado la asociación que tiene como sede la región productora de Santa Cruz (este).
Se trata de "alimentos estratégicos que se producen para garantizar la seguridad y soberanía alimentaria del país", agregó.
Por periodos, en la temporada de verano 2015-2016 se consiguió aumentar en un 1,5 % la producción con respecto al verano anterior, hasta llegar a 2.579.820 toneladas.
En la de invierno, se produjo 1.014.274 toneladas de granos de soya, trigo, girasol, maíz, sorgo y chía, que representan una disminución de 50 % con relación al mismo período de 2015.
Una de las grandes pérdidas está en el sector del trigo, cuya producción de 73.200 toneladas es una de las bajas de los últimos años y refleja una disminución del 70 % respecto al invierno anterior.
También fueron significativas las pérdidas de un 46 % del maíz, cuya producción total fue de 316.713 toneladas, y de un 60 % en los cultivos de sorgo, con una cosecha lograda de 311.386 toneladas.
Respecto al girasol, la recolección de 63.730 toneladas en 2016, supone una reducción del 29 % menos respecto al año precedente.
Solo la producción de soja se mantuvo estable (2.8 millones de toneladas en 2015 y 2016), gracias a los niveles de rendimiento y a pesar de que no se plantaron 100.000 hectáreas debido a la sequía.
En su pronunciamiento, Anapo pidió al Gobierno una "agenda productiva priorizada" donde se establezca la exportación de soja para que los agricultores consigan un precio justo, el acceso a biotecnología moderna en el uso de semillas mejoradas o la mejora de la infraestructura productiva y logística de exportación.
A su vez, sugirieron que se garantice la seguridad jurídica para las tierras productivas y un fondo de reactivación económica para los agricultores afectados por la sequía que permita cubrir deudas.
Con información de: EFE