Un total de $ 3.200 millones pusieron fin a una era y a 167 años de historia. UBS anunció que completó la adquisición del que fuese su rival financiero, Credit Suisse.
Mario Beroes/El Político
La operación, que se ha convertido en la mayor fusión bancaria en Europa desde la crisis financiera, fue acordada el pasado mes de marzo, debido a la quiebra de la entidad suiza y el temor a que desestabilizase el sistema bancario del país.
La importancia de imponer restricciones
Según los informes, UBS también está imponiendo restricciones estrictas a los banqueros de Credit Suisse para abordar los riesgos, incluida la prohibición de nuevos clientes de países de alto riesgo y el lanzamiento de nuevos productos sin la aprobación de la directiva de UBS.
UBS sabe que debe enfrentar fuertes desafíos económicos en el futuro inmediato, a pesar de que el acuerdo parece una ganga.
"UBS aún no puede estimar por completo el costo de los activos deteriorados, las salidas de capital y otras pérdidas resultantes. La retención del personal será un problema, mientras que es probable que se avecinen más procedimientos legales," señala el comunicado de la directiva.
En dicha carta, el presidente del consejo de administración de UBS, Colm Kelleher, y el recién reincorporado consejero delegado, Sergio Ermotti, afirman que este "es el comienzo de un nuevo capítulo para UBS y para la industria financiera mundial."
También que tienen intención de reunir "la experiencia colectiva, la escala y el liderazgo en gestión de patrimonios tanto de UBS como de Credit Suisse para crear una firma combinada aún más fuerte".
Y aunque reconocen que habrá "desafíos", también esperan "grandes oportunidades".
Una integración "obligada"
Tras la integración, obligada por el gobierno suizo, UBS se convertirá en un nuevo gigante bancario que pasará a tener un balance de 1,6 billones de dólares y una plantilla de 120.000 empleados.
Además, Credit Suisse y sus American Depositary Shares dejarán de cotizar en el SIX Swiss Exchange y en la Bolsa de Nueva York, y los accionistas recibirán una acción de UBS por cada 22,48 acciones de Credit Suisse que posean.
El pasado viernes UBS y el Gobierno suizo sellaron un acuerdo de garantía de pérdidas de hasta 9.000 millones de francos suizos, unos $ 10.000 millones, después de que la entidad alcance los primeros 5.000 millones de francos suizos como parte de la transacción, ya que absorbe una cartera que no se "ajusta totalmente a su perfil de negocio y riesgo".
"Me complace que hayamos cerrado con éxito esta transacción crucial en menos de tres meses, reuniendo a dos bancos de importancia sistémica mundial por primera vez", ha destacado Kelleher.
"Ahora somos una empresa global suiza y, juntos, somos más fuertes."
Por su parte, Ermotti ha dicho que ahora, "en lugar de competir, nos uniremos mientras nos embarcamos en el próximo capítulo de nuestro viaje conjunto".
Final bancario y feliz
En cualquier caso, en el marco de esta fusión UBS ha impuesto estrictas restricciones a los banqueros de Credit Suisse, entre ellas la prohibición de hacer nuevos clientes en países dcomo Libia, Rusia, Sudán y Venezuela y lanzar nuevos productos sin la aprobación de los gerentes de UBS.
En conjunto, la lista de restricciones cubre 11 riesgos financieros y 12 riesgos no financieros y, si bien muchos de los riesgos son operativos, en relación con cuestiones como la distribución de la investigación y el uso de las oficinas, otros afectan áreas del negocio de Credit Suisse de manera más directa.
"Nunca comprometeremos la sólida cultura, el enfoque de riesgo conservador o el servicio de calidad de UBS", afirman Kelleher y Ermotti en su carta.