El presidente Joe Biden apoya un camino a la ciudadanía para indocumentados, pero está dejando al Congreso que tome la decisión al respecto sin involucrarse demasiado.
El Político
Lo anterior a pesar de que una de las promesas de campaña del demócrata fue lograr un beneficio migratorio para millones de inmigrantes indocumentados, aunque durante su primer discurso en el Congreso el 28 de abril pasado, pidió que “al menos” se avalara la protección permanente para ‘dreamers’, personas con el Estatus de Protección Temporal (TPS) y trabajadores agrícolas. Dos de esos proyectos ya fueron aprobados en la Cámara de Representantes.
“Si el Congreso no aprueba mi plan, al menos aprobemos en lo que acordamos. El Congreso necesita aprobar una legislación este año para finalmente asegurar la protección de los dreamers, los jóvenes que sólo han conocido a Estados Unidos como su hogar”, dijo entonces a La Opinión.
Propuesta de Biden
Biden mantiene su respaldo a un camino hacia la ciudadanía en el proyecto de ley presupuestal bajo el proceso de Reconciliación, pero “la última palabra” será de los congresistas.
Hasta ahora, el mayor obstáculo ha sido la parlamentaria Elizabeth MacDonough, quien esta semana revisará el plan C de los demócratas, el cual otorgaría una protección a la deportación y Autorización de Empleo a millones de personas, quienes deberán pagar impuestos y podrán solicitar el permiso laboral en dos periodos de cinco años.
Sin embargo, las organizaciones civiles han pedido que se mantenga un plan para otorgar la ciudadanía al mayor número posible de indocumentados, incluso defienden el llamado “registro”, es decir, modificar la Ley del Registro para que las personas que llegaron al país antes del 1 de enero del 2010 puedan solicitar la ‘green card’.
Clave es la ciudadanía
“La clave es la ciudadanía, registro sí, sería lo mejor”, dijo Christine Neumann-Ortiz, directora ejecutiva de Voces de la Frontera, en el podcast El Diario sin Límites. “Se tiene que luchar po la ciudadanía, no otra forma de estatus temporal”.
Los movimientos en todo el país están enfocados en presionar a la vicepresidenta Kamala Harris para que no tome en cuenta; la decisión de la parlamentaria MacDonough y permita que avance un proyecto migratorio, pero fuentes del Congreso; dijeron a este diario que no es la única que podría tomar la decisión, pero el problema es que se requieren 50 votos.
El 8 de octubre, la portavoz de la Casa Blanca no quiso ahondar sobre esa estrategia que exigen las organizaciones; de rechazar la opinión de la parlamentaria, pues hay voces que afirman que incluso con 40 votos se puede lograr esa decisión.
Biden espera por el Senado
“Para invalidar a un parlamentario, no es solo agitar una varita mágica”, dijo Jen Psaki. “Se necesita de una mayoría de votos en el Senado y se requiere a la vicepresidente. Entonces, diría que es un proceso legislativo. Señalaría al líder (Chuck) Schumer y a otros para que se preguntaran si existe la oportunidad o el apetito para hacerlo”.
El 31 de octubre es la fecha que la presidenta de la Cámara de Representantes (California) puso como límite para tener una decisión; de los lineamientos del proyecto legislativo para aprobar el plan económico –con alta inversión social– del presidente Biden; así como avanzar con la votación del plan de infraestructura de $1.2 billones de dólares ya aprobado en el Senado.
Esos lineamientos deberían incluir una propuesta migratoria, pero fuentes del Congreso dijero que es posible que no se logre un acuerdo.