El Senado está en plena discusión de un ambicioso proyecto de ley impulsado por el preseidente Donald Trump que busca consolidar su agenda en impuestos, salud, inmigración y energía. Este paquete, que podría añadir 3.3 billones de dólares al déficit en una década, incluye medidas controvertidas como un impuesto a las remesas, recortes en programas sociales y un fuerte énfasis en la seguridad nacional.
La aprobación de esta ley marcará un hito en la política económica y social de Estados Unidos, con un claro enfoque en estimular el crecimiento y proteger los intereses del país.
Puntos claves en la ley
Uno de los puntos más discutidos es la propuesta de aplicar un impuesto especial del 1% a las remesas enviadas al extranjero en efectivo, giros postales o cheques de caja, aunque quedarán exentas las transferencias electrónicas desde cuentas bancarias o tarjetas emitidas en Estados Unidos.
El objetivo, según sus promotores, es fortalecer la recaudación y garantizar que quienes envían dinero fuera del país contribuyan de manera directa al financiamiento de servicios públicos. Esta medida, aunque polémica, responde a una preocupación legítima sobre el flujo de capitales y el impacto fiscal de las remesas, especialmente en un contexto de creciente presión sobre el presupuesto nacional.
La “One Big Beautiful Bill Act” también contempla la ampliación de los recortes fiscales iniciados en 2017, considerados por muchos como uno de los mayores logros del primer mandato de Trump.
Se plantea reducir impuestos a empresas y familias, con la intención de estimular la inversión, el empleo y el crecimiento económico, una receta que ya ha mostrado resultados positivos en años anteriores según sus defensores.
Además, se proponen recortes en el gasto social, especialmente en programas como Medicaid y cupones de alimentos, y se establecen requisitos más estrictos para acceder a ciertas ayudas y créditos estudiantiles.
En materia de seguridad y defensa, el proyecto destina fondos multimillonarios para reforzar la frontera y aumentar la capacidad de detención y deportación de inmigrantes, así como para modernizar el sistema de defensa antimisiles y mejorar la calidad de vida de los militares.
También se incluye la creación del “Jardín Nacional de Héroes Estadounidenses”, una iniciativa simbólica que busca fortalecer el orgullo nacional y el reconocimiento a figuras históricas del país.
Sin embargo, la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO) estima que la ley podría aumentar el déficit en 3.3 billones de dólares en la próxima década, principalmente por la reducción de ingresos fiscales y el aumento en ciertos gastos estratégicos.
¿Qué se dice sobre esta ley?
Los críticos advierten sobre el posible impacto en la cobertura de salud, ya que se calcula que cerca de 12 millones de personas podrían perder su seguro médico para 2034. Aun así, desde la Casa Blanca y entre los republicanos se insiste en que la prioridad es evitar un aumento masivo de impuestos, proteger la competitividad de la economía estadounidense y garantizar la seguridad nacional.
El debate sigue abierto y la votación será clave para definir el rumbo económico y social del país en los próximos años. Trump, por su parte, ha presionado para que la ley se apruebe antes del 4 de julio, subrayando que este megaproyecto es central para su legado y para “traer de vuelta el sueño americano”. La decisión final del Congreso marcará un antes y un después en la política fiscal y social de Estados Unidos.