El medio independiente ruso ‘Meduza’ afirma que el funcionario que amenazó con estrellar la Estación Espacial Internacional (EEI), Dimitri Rogozin, podría ocupar desde ahora una posición todavía más importante.
El Político
Meduza citó a tres fuentes del Gobierno y a un conocido de Rogozin, reportó ElConfidencial.
Las opciones, dice la publicación, son dos: o bien pasaría a ser jefe de personal del Kremlin o, más probablemente, será la persona al cargo de las nuevas provincias rusas.
Pero ¿a qué se debe esta simpatía de Putin por Rogozin?
Sin duda, uno de los factores es el ultranacionalismo militante de este último, quien no teme embarcarse en duelos mediáticos con quien haga falta para defender a la Madre Rusia
Vale recordar que este polémico personaje ruso profirió insultos a la cantante Madonna: la "puta vieja" en 2012 por pedir la liberación de las integrantes encarceladas de la banda Pussy Riot.
También amenazó al multimillonario Elon Musk por poner su sistema de satélites Starlink a disposición de las fuerzas ucranianas tras la invasión.
Rogozin ha adquirido notoriedad en los últimos meses por sus delirantes comentarios en el contexto de la crisis de Ucrania.
Un día después de que las tropas rusas cruzasen la frontera ucraniana, amenazó con dejar caer la Estación Espacial Internacional sobre Europa o EEUU, y poco después señaló que podrían abandonar a su suerte en el espacio al astronauta estadounidense Mark Vande Hei.
Desde entonces, su retórica no ha dejado de subir en intensidad. En junio, dijo que, en una guerra nuclear, Rusia destruiría los países en media hora, y advirtió de que la soberanía de Lituania podría estar en peligro por implementar el bloqueo de bienes sancionados en Kaliningrado.
También habló en su cuenta de Twitter de bombardear con misiles Rumanía, Montenegro y Bulgaria.
Un mes después, calificó la prueba de un misil balístico Sarmat como "un regalo para la OTAN", y aseguró que el Ministerio de Defensa ruso ha pedido muchos más, cuya producción en serie habían iniciado.
Ciertamente, sus cualificaciones para dirigir Roscosmos se derivan más de estas credenciales nacionalistas que de su competencia profesional al frente de la agencia espacial de su país, cuya decadencia viene siendo señalada por los especialistas desde hace años.
Pero si el nombramiento de su sucesor, el exmilitar con experiencia en los sectores de tecnología y defensa Yuri Borisov, fue inicialmente recibido con alivio en otros países con los que Rusia colabora en materia espacial, la alegría ha durado poco.
Rogozin logró dejar su huella de forma definitiva
Antes de marcharse, Rogozin logró dejar su huella de forma definitiva, logrando que se corte toda cooperación a menos que se levanten las sanciones, tal y como Borisov anunció este martes durante una reunión con el propio Putin.
De Transnistria a Kaliningrado
Dimitri Olegovich Rogozin nació en Moscú en 1963, en el seno de la familia de un científico militar soviético.
Se graduó en Periodismo en la Universidad Lomonosov en 1986, y en Económicas en la Universidad de Marxismo-Leninismo dos años después.
Tras el estallido de la guerra de Transnistria, luchó junto a las fuerzas rusas que apoyaban a los separatistas contra el Ejército de Moldavia, y desde entonces ha sido un firme partidario de la independencia de esta región.
Perfil ultranacionalista
Su perfil ultranacionalista y nostálgico de la vieja gloria imperial soviética quedó de manifiesto en 1992, cuando denunció ante el Tribunal Constitucional que el acuerdo que había puesto fin a la URSS el año anterior era ilegal.
Un año después se unió al llamado Congreso de las Comunidades Rusas, creado por el general Alexander Lebed para defender a los rusos étnicos en los países del ya espacio postsoviético.
En 1997 saltó a la política nacional al ser elegido diputado en la Duma
En 1997 saltó a la política nacional al ser elegido diputado en la Duma por la región de Voronezh, y formó parte de una comisión especial que trató de impugnar al entonces presidente, Boris Yeltsin.
Pero su gran salto adelante tuvo lugar en 2002, cuando se convirtió en uno de los cofundadores del partido nacionalista ruso Rodina (Patria).
La formación tuvo una existencia irregular, y en 2005 se le prohibió participar en las elecciones a la Duma de Moscú por incitación al odio racial, tras haber presentado un anuncio en el que se veía a un grupo de inmigrantes comiendo sandía en una calle y dejando allí los desperdicios pese a las peticiones de Rogozin de que lo recogieran.
El eslogan del anuncio, ‘Limpiemos nuestra ciudad de basura’, dejaba pocas dudas sobre su mensaje. Un año después, Rogozin dimitió como líder de Rodina y fundó el partido Gran Rusia para participar en las elecciones.
Pero, en paralelo, su buena estrella política continuaba al amparo del Kremlin.
Durante esa década, fue representante especial de Putin para Kaliningrado, responsable de las negociaciones con la UE y Lituania para un acuerdo sobre la frontera y el tránsito de ciudadanos rusos.
El presidente ruso consideró que lo había hecho lo suficientemente bien como para nombrarle embajador de Rusia ante la OTAN en Bruselas entre 2008 y 2011.
Al año siguiente, también fue designado representante especial del presidente para Transnistria. Todas estas experiencias, sin duda, le serán de utilidad si finalmente Putin decide ponerle al frente de los territorios arrebatados a Ucrania e integrados en la Federación Rusa.
En las últimas jornadas se han producido dos sucesos aparentemente sin relación entre sí, más allá de que ambos ocurren en el marco de la invasión de Ucrania y sus consecuencias.
Rusia anunció que se retirará de la EEI a partir de 2024
Moscú anunció su retirada de la Estación Espacial Internacional a partir de 2024 y sus planes para construir sus propias instalaciones.
Pero estos dos hechos están unidos por un nombre propio: el de Dimitri Rogozin. El hombre en quien Vladímir Putin parece confiar para la expansión de Rusia, desde el espacio hasta el vecindario cercano.
El pasado 15 de julio, Rogozin dejó la dirección de Roscosmos
El pasado 15 de julio, Rogozin dejó la dirección de Roscosmos, la agencia espacial rusa, el cargo que había ocupado desde 2018 y en el que había protagonizado innumerables polémicas.
Muchos observadores malinterpretaron el hecho como un despido forzado por un Putin insatisfecho con su gestión. Pero la realidad, según se ha sabido después, podría ser otra.
De acuerdo con dicho artículo, si el Kremlin finalmente opta por este plan, los territorios anexionados se convertirían en un nuevo distrito federal de Rusia, y a Rogozin se le otorgaría un título lo suficientemente alto como para tener autoridad total sobre la Administración de esta región.
"Al presidente le cae bien, y así ha sido por mucho tiempo", dice una de las fuentes anónimas de ‘Meduza’.
"Los tanques no necesitan visados"
Lo que está claro es que el líder ruso confía en él lo suficiente como para haberle nombrado viceprimer ministro en 2011, al cargo de las industrias de defensa, aviación y espaciales, y de las políticas marítima y fronteriza y la construcción naval, entre otras responsabilidades.
Es en ese marco en el que cabe entender su nombramiento como jefe de Roscosmos hace cuatro años. En este tiempo, Rogozin nunca dejó de polemizar. Cuando Rumanía prohibió a su avión privado utilizar su espacio aéreo en 2014, él tuiteó que la próxima vez volvería "en un bombardero Tu-160″.
Fue uno de los primeros ciudadanos rusos en ser sancionados tras la anexión de Crimea, lo que le supuso la prohibición efectiva de viajar al territorio de la UE o EEUU, a lo que él se limitó a responder: "Los tanques no necesitan visados". También ha escrito textos pidiendo la recuperación de Alaska y las islas Aleutianas para Rusia.
Pero… ¿a Rusia le están afectando las sanciones o no?
Desde la invasión de Ucrania, la frenética actividad de este político ruso hiperactivo en redes sociales, y que también tiene un programa semanal en internet, no ha dejado de aumentar.
Ha llamado "payaso" al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, y durante la cumbre de la OTAN en Madrid hizo que Roscosmos publicase imágenes satelitales del edificio donde se celebraba, así como de instalaciones de defensa en Francia, Reino Unido, Alemania y EEUU, calificándolos de "centros de toma de decisiones donde se apoya a los nacionalistas ucranianos".
En todo este proceso, Rogozin, como tantos socios de Putin, ha tenido tiempo de hacerse inmensamente rico.
En 2019, el líder opositor Alekséi Navalni publicó un vídeo de 13 minutos en el que, mediante documentos oficiales, demostraba que su salario como jefe de Roscosmos era de alrededor de 460.000 dólares de aquella época.
"No tenemos nada contra los salarios altos, pero ¿por qué tan delirantemente alto? ¿Tanto dinero sobra en nuestro presupuesto?", se preguntaba irónicamente Navalni en el clip.
Entre otras propiedades, Rogozin posee una dacha al norte de Moscú valorada en tres millones de dólares. Quizá, para el Kremlin, sus ‘troleos’ diplomáticos bien valen ese dinero, mucho más que su trabajo ordinario.