Los esfuerzos que a última hora realiza el dictador ruso, Vladimir Putin, para recomponer el ejército ruso en Ucrania, son tardíos y no dará resultado alguno, porque tal ejército “es un desastre y ya no se puede salvar”.
El Político
El tajante diagnóstico corresponde el politólogo, crítico del Kremlim, Boris Kagaritsky. Al diario londinense Daily Express le dijo además que el ejército ruso de hoy "es un caos de soldados desmotivados que están bajo el mando de oficiales incompetentes y controlados por generales corruptos que podrían robar todo lo que se mueve".
"Ahora están tratando de arreglarlo, pero ya es demasiado tarde. Este tipo de reorganización llevaría algunos años y simplemente no tienen ese tiempo", declaró.
Por qué es importante
Mientras Putin enfrenta sus propias guerras internas en Moscú, Rusia y Ucrania siguen enzarzadas en sangrientos combates en el este de Ucrania.
Pero Kiev está preparada para recibir aún más apoyo militar de los países occidentales en los próximos meses.
Francia se ha comprometido a enviar algunos tanques ligeros a Ucrania , y parece probable que otros países europeos, incluido el Reino Unido, hagan lo mismo.
Todo lo que refuerza las posiciones y capacidad de defensa de Ucrania.
Entrelíneas
Kagarlitsky agrega que la derrota rusa en Ucrania es inevitable y que Putin debe llegar a un acuerdo con Occidente que esencialmente acepte la derrota de Moscú.
“Lo que Rusia necesita hacer ahora es hacer un trato con Occidente, porque de lo contrario no se puede detener el deterioro económico".
También afirmó que las élites rusas se están volviendo contra su presidente a sus espaldas.
“Definitivamente saben que Putin no es un activo sino un pasivo. Las élites rusas están muy preocupadas de que Putin sea tóxico y Putin no está ansioso por negociar adecuadamente, porque negociar adecuadamente significa abandonar Ucrania y aceptar la derrota.
Para Kagarlitsky es evidente que no se puede lograr ningún acuerdo. "Putin no puede aceptarlo porque significaría el fin de su reinado.
En contexto: ¿fin del reinado de Putin?
Kagarlitsky está seguro de que el final del reinado de Putin está cerca porque las élites ahora no están contentas con él.
"Solía gustarles, solía hacerlos ricos a todos. Ahora Putin se está convirtiendo en un problema, pero no saben cómo deshacerse de él. Pero definitivamente algo se está cocinando".
La frustración de Putin con las fallas de su ejército fue evidente durante una videollamada del Kremlin esta semana, en la que regañó a su viceprimer ministro por "hacer el tonto" y destituyó al general que estaba al frente de la Guerra en Ucrania.
Panorama general: Lucha de poderes
Mientras las tropas rusas sostienen una feroz lucha casa por casa para controlar bastiones en el este de Ucrania, una batalla paralela se desarrolla en los niveles más altos del poder militar en Moscú. El presidente Vladimir Putin reorganiza a sus principales generales mientras bandos rivales tratan de ser sus favoritos.
La lucha por Soledar, una ciudad con minas de sal, y la cercana ciudad de Bajmut ha subrayado una amarga ruptura entre los líderes del Ministerio de Defensa ruso y Yevgeny Prigozhin. Un deshonesto millonario cuya fuerza militar privada, conocida como el Grupo Wagner, ha tenido un creciente papel en la guerra de Ucrania.
La reorganización esta semana de los altos mandos militares por parte de Putin fue interpretada como un intento de demostrar que el Ministerio de Defensa aún cuenta con el apoyo del mandatario ruso. Y que está a cargo en momentos en que el turbulento conflicto se acerca a la marca de los 11 meses.
El dato: Los renegados
Prigozhin ha criticado mordazmente a los altos mandos militares por errores garrafales en Ucrania, asegurando que Grupo Wagner ha sido más eficiente que las tropas regulares.
Además encontró un poderoso aliado en el líder checheno Ramzan Kadyrov, quien desplegó tropas de élite de su región del sur de Rusia para combatir en Ucrania y quien también cuestiona a los altos mandos militares y al Kremlin por ser demasiado blandos e indecisos.
Ambos prometieron lealtad a Putin, pero sus ataques públicos a sus máximos generales desafiaron abiertamente el monopolio del Kremlin. Algo que el sistema político severamente controlado de Rusia no había visto antes.
Lo que dicen los analistas
En la reorganización anunciada el miércoles, el Ministerio de Defensa informó que el jefe del Estado Mayor, el general Valery Gerasimov, fue nombrado nuevo jefe de las fuerzas rusas en Ucrania, mientras que el excomandante de mayor rango allí, el general Sergei Surovikin, fue degradado a ayudante de Gerasimov.
El Instituto para el Estudio de la Guerra, con sede en Washington, catalogó la reorganización como un intento del Kremlin de “reafirmar la primacía del Ministerio de Defensa en una lucha interna por el poder en Rusia”, debilitar la influencia de sus enemigos y enviar una señal a Prigozhin y otros para que reduzcan sus críticas.
Prigozhin y Kadyrov han criticado repetidamente a Gerasimov, el principal artífice de la operación rusa en Ucrania, y lo han responsabilizado de las derrotas militares, al tiempo que elogian a Surovikin.
Para Mark Galeotti, especialista en asuntos militares y de seguridad rusos en el University College de Londres, “Gerasimov pende de un hilo”.
“Necesita una victoria o su carrera terminará en la ignominia. Esto bien puede sugerir algún tipo de escalada”.
Lo que sigue
Los observadores han advertido que al dar a Prigozhin carta blanca para dirigir a Grupo Wagner como un ejército privado bajo reglas de estilo medieval, el gobierno ha plantado semillas peligrosas para posibles agitaciones.
“Al final, hay caos y la expansión de la violencia, extrajudicial e ilegal”, pronosticó Andrei Kolesnikov, analista de Carnegie Endowment.
Nada bueno se avisora para el hasta ahora amo del Kremlin.
Fuente: Agencias