La guerra entre Ucrania y Rusia complica el panorama económico de infinidad de empresas transnacionales. Las sanciones económicas impuestas por la Unión Europea y los Estados Unidos al régimen de Vladímir Putin, hace poco rentable el negocio en ese extenso país euroasiático.
Mario A. Beroes R./El Político
El giro que ha dado el conflicto bélico llevó a la imposición de sanciones al régimen de Putín; que funcionen o no, es otro tema.
El asunto es que las sanciones crean el escenario perfecto para una crisis económica en territorio ruso, haciendo que muchas empresas decidan irse del país.
Franquicias: Sí…pero no
Sin embargo, algunas compañías del occidente que quieren irse, no pueden hacerlo por cuestiones legales de sus contratos de franquicias.
Entre las empresas afectadas se encuentran la tienda minorista de ropa Marks & Spencer (M&S), la cadena de hoteles AccorHotels, la cadena hotelera Marriott International y la empresa de comida rápida Burger King.
En total, las firmas tienen 1.000 puntos de venta, de los cuales Marks & Spencer cuenta con 48, AccorHotels posee 28, Marriot International con 57 y Burger King con 800.
Estas firmas se manejan por contratos de franquicia, es decir, hicieron un contrato para que terceros lleven a cabo la explotación comercial bajo su nombre y con sus productos (a cambio de un canon), y no son las propietarias de esas sucursales.
Esto les dificulta sacar su marca de las calles principales y los centros comerciales rusos, ya que, en la mayoría de los casos, para revocar un contrato de franquicia deben darse ciertos supuestos que muy probablemente no se dieron.
El método de la franquicia es uno de los más utilizados en el mundo, sobre todo por empresas multinacionales debido a que la inversión la realiza una persona o sociedad ajena y el dueño de la marca cobra un dinero por cederla.
En una franquicia, el franquiciador es quien tiene el poder de la empresa real y el franquiciado es la persona o empresa que paga una tarifa por llevar a cabo un negocio con el nombre del franquiciador para vender sus productos.
Estas suelen tener clausulas como, por ejemplo, que los productos se deben comprar a un determinado proveedor o, por ejemplo, en el caso de alimentos, que se deben preparar de una forma en particular.
Si una de las partes no cumple el contrato, puede haber graves sanciones económicas, motivo muy probable por el cual estos franquiciadores no pueden sacar sus marcas de forma rápida del territorio ruso.