Putin quiere ser recordado como el Stalin de nuestros tiempos. Al mandatario ruso apenas le faltó exclamar “Viva Stalin”, para mostrar la admiración que siente por el hombre que, con manos de hierro, dirigió a la desaparecida Unión Soviética, durante la época de mayor terror.
El Político
Putin visitó el memorial en recuerdo a los caídos en Volgogrado, donde dejó una ofrenda y guardó un minuto de silencio. En el marco de los actos conmemorativos a los 80 años de la derrota las fuerzas nazis de Adolfo Hitler. Lo que significó la primera rendición de los alemanes, 1943.
En ese acto Putin resaltó el heroísmo del ejército soviético, conducido por Stalin.
Como se recordará la victoria sobre los nazis sirvió para soldar las costuras de una Unión Soviética que había heredado apetitos imperiales. Así se convirtió la Unión Soviética en una superpotencia. Y eso es lo que quiere restablecer Putin para Rusia.
Por qué es importante
Rusia conmemora el aniversario de la batalla en un contexto marcado por otro conflicto, el de Ucrania, del que precisamente este mes se cumplirá su primer año.
Putin ordenó invadir el país vecino el 24 de febrero de 2022, dando pie a una ofensiva que Moscú no da muestras de interrumpir a corto plazo.
El mandatario ruso no oculta su admiración por Josef Stalin. En los últimos años los políticos rusos -y hasta los libros de texto escolares- han enfatizado el papel de Stalin como líder triunfador en tiempos de guerra.
Panorama general: Desnazificar a Ucrania
Igual que en 1941, Rusia está en guerra, aunque de momento no quiere llamarla por su nombre.
En ese escenario, Vladimir Putin reiteró su argumento de que el propósito de su invasión es desnazificar a Ucrania
"Desafortunadamente, vemos que la ideología nazi en su forma y manifestación moderna nuevamente amenaza directamente la seguridad de nuestro país. Una y otra vez tenemos que repeler la agresión de Occidente. Es increíble pero es un hecho: nuevamente estamos siendo amenazados con tanques Leopard que llevan cruces alemanas"", afirmó Putin ante una audiencia de oficiales del ejército y miembros de grupos patrióticos y juveniles de la ciudad.
Putin dibujó en su discurso lo que dijo que era el espíritu de los defensores de Stalingrado para explicar por qué pensaba que Rusia prevalecerá en Ucrania.
Aseguró que la batalla de la Segunda Guerra Mundial es un símbolo de "la naturaleza indestructible de nuestro pueblo".
El dato: volver a Stalingrado
El Ayuntamiento explicó que las señales con la palabra Volgogrado a la entrada de la ciudad fueron reemplazadas provisionalmente por Stalingrado, por los actos conmemorativos a los 80 años de la famosa batalla.
El nombre que la urbe ostentó desde 1925 hasta 1961 cuando se le cambió a Volgogrado. Pero esa ciudad vuelve a llamarse Stalingrado dos veces al año: El Día de la Victoria, y en el aniversario del triunfo sobre los nazis. Por lo tanto Putin habló en Stalingrado.
En los últimos días circuló el rumor de un posible cambio de nombre, para volver a Stalingrado. Pero el Kremlin descartó esta posibilidad.
En contexto: Putin rehabilita a Stalin
Los activistas de derechos humanos llevan años denunciando la progresiva rehabilitación de la figura de Stalin (1878-1953), al que acusan de la represión de millones de ciudadanos soviéticos, por parte de Putin.
Putin ha criticado en los últimos años a Vladímir Lenin por introducir en la primera Constitución Soviética el derecho de la autodeterminación de los pueblos, a lo que se oponía Stalin, lo que, en su opinión, está provocando la desintegración del Estado totalitario.
El recuerdo de Stalin fue borrado del mapa por su sucesor, Nikita Jrushchov, el mismo que entregó Crimea a la Ucrania soviética. Putin la recuperó para Rusia en 2014.
Mientras, Stalin ha dejado de ser una palabra discutible. La vieja Stalingrado, heroica como siempre, inauguró un nuevo monumento al dictador soviético, cuyas purgas, hambrunas, campos de concentración y abusos son sobradamente conocidas por los rusos.
Lo que estamos viendo: la sombra de Brezhnev
La visita de Putin a Volgogrado y la aparición de otra escultura de Stalin son muestras elocuentes de lo que inspira al mandatario ruso a las puertas del aniversario del inicio de la guerra en Ucrania.
A la que los ucranianos y los pacifistas rusos consideran una Operación Barbarroja al revés con la que Putin quiere coronarse como figura histórica y consolidar su poder ante la ausencia de alternativas.
Putin se asoma a sus 23 años en el poder tratando de huir del fantasma del también interminable Leonid Brezhnev. El líder soviético que presidió el estancamiento de la URSS, pero que cerró su largo mandato enfangado en un conflicto bélico imposible de ganar en Afganistán.
"No quiere ser como Brezhnev, no puede ser como Stalin. En la tercera década de su reinado, Putin cumplió su sueño secreto y está tratando de luchar y gobernar como Stalin, pero al mismo tiempo tiene a su disposición un aparato civil y militar al estilo de Brezhnev, y no posee la técnica estalinista de manipulación y terror", escribía el pasado mes de septiembre el periodista ruso Serguei Shelin.
Fuente: Agencias