Contra las opiniones de la Casa Blanca que estiman que las ambiciones de Rusia en el Ártico no son otra cosa que "pretensiones marítimas ilegales" y pidió que se evite la militarización de la región, esta nación asume este año la presidencia del Consejo Ártico. Y anuncia ampliar su presencia en la subregión con la creación, entre otras cosas, de la Ruta Marítima Septentrional.
El Político
Sobre estos planteamientos, la cadena noticias alemana DW en su hospedaje Web se pregunta: ¿Qué se espera de Moscú y qué intereses persigue en la región? El análisis informativo recuerda que en la ciudad de Reikiavik, Islandia, comienza la reunión periódica ministerial de los países miembros del Consejo Ártico. Y entre ellos, Moscú ocupará la silla presidencial por un lapso de dos años. El Kremlin estará representad por el ministro de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov, quien tiene previsto hablar con el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken.
Días antes el representante de Washington exigió a Rusia que se abstenga de intentar militarización la subregión. Alexei Chekunkov, ministro ruso para el desarrollo del Lejano Oriente y del Ártico, antes de la reunión de Reikiavik, emitió una declaración contraria. En efecto comentó que la presidencia del Consejo le brinda a su nación la oportunidad de "promover sus propios intereses internacionales de acuerdo con los decretos presidenciales".
Se estima que dichos decretos representan la estrategia oficial de Rusia en el Ártico hasta 2035. Según estos, en el Ártico ruso, por ejemplo, la población crecerá, los salarios se duplicarán y por tanto se generará una mayor prosperidad esperanza de vida. Además, Rusia aspira ampliar la cooperación internacional y científica, y enviar más armamento a la región.
Durante la presidencia de Islandia del Consejo del Ártico, Islandia ha hecho avances significativos en el progreso de prioridades comunes como las soluciones climáticas y energéticas, en la respuesta a COVID-19 en contexto del Ártico y desarrollando un @ArcticCouncil más fuerte. https://t.co/TAjsD0ECCy
— USA en Español (@USAenEspanol) May 18, 2021
Para Rusia el Ártico no es una quimera
También el gobierno de Vladimir Putin cifra esperanzas en el desarrollo de la Ruta Marítima Septentrional, que forma parte del Paso del Noreste y va desde la isla de Novaya Zemlya hasta el estrecho de Bering. Para ello los rusos han fabricado en sus astilleros una robusta flota de rompehielos. De esta manera, dicha podría ser utilizada durante todo el año en los próximos años. Moscú planea aumentar el tráfico en hasta 130 millones de toneladas anuales en 2035.
Nikolay Petrov, del think tank internacional Chatham House de Londres, cree que el desarrollo de la ruta encaja en el concepto de Rusia como entidad geopolítica. Y contribuirá a reafirmar su presencia simultánea en todos los hemisferios. Y al mismo tiempo tenderá puentes entre los antiguos y los nuevos centros de crecimiento mundial.
La razón estriba en que dado que el Ártico es rico en recursos naturales, Rusia también quiere multiplicar por diez la producción de gas natural licuado en esa zona hasta 91 millones de toneladas en 2035. "Es bastante caro, pero la producción y licuefacción de gas es probablemente el punto de crecimiento más importante, si no el único, de la economía rusa. Al proyecto de gas natural licuado se han sumado los chinos y los franceses, y han logrado un éxito impresionante", explica Petrov.
Desde otro ángulo, todos los documentos rusos sobre el futuro del Ártico apuntan a que esta nación ampliará su infraestructura militar. Así mismo comprará las últimas tecnologías y mantendrá la preparación de las tropas para el combate. Incluso la doctrina militar de 2014 habla de la necesidad de defender los intereses de Rusia en el Ártico.
Fuente: DW