Vladimir Putin, líder ruso, tiene programado para esta semana que está iniciando un viaje a Irán, algo poco habitual.
El Político
El mismo pretende demostrar que la invasión rusa a Ucrania no ha mermado en lugar de Rusia en la escena mundial.
Dicho viaje será el segundo fuera de Rusia desde que Putin ordenó la "operación militar especial en Ucrania", en febrero pasado.
Putin viajará a Teherán el martes, donde se reunirá con el presidente turco Recep Tayyip Erdogan y el líder iraní Ebrahim Raisi.
La visita refleja la importancia que Putin atribuye al mantenimiento de la influencia que Rusia ha obtenido tras años de intervención militar y diplomática en Oriente Medio.
El viaje de Putin se produce pocos días después de la gira del presidente Biden por Oriente Medio, en la que trató de reunir a Israel y a los países árabes para contrarrestar a Rusia, China e Irán, cuya influencia ha crecido mientras Estados Unidos ha reducido su presencia en la región.
«A la luz de la invasión de Ucrania, el aislamiento de Occidente y las sanciones, mantener esa influencia, si no ampliarla, es cada vez más importante para la política exterior rusa», dijo Hanna Notte, investigadora asociada del Centro de Desarme y No Proliferación de Viena.
Rusia «se está dando cuenta de que no hay futuro con Occidente. Éste ha desaparecido irremediablemente», añadió. «Su futuro tendrá que estar con el sur global».
¿Consolidar relación?
Putin está tratando de consolidar la relación de Rusia con Irán, un enemigo estadounidense que, al igual que Rusia, es objeto de sanciones paralizantes por parte de Estados Unidos y se ha convertido en un socio militar y comercial clave para Moscú.
La reunión del presidente ruso con Erdogan se produce en un momento en el que Turquía ha conseguido hacerse con un papel fundamental de árbitro en la guerra. Turquía, un miembro de la OTAN que antes de la guerra se enfrentó a Estados Unidos por el coqueteo diplomático intermitente de Erdogan con Moscú, condenó la invasión rusa y ha vendido drones armados a Ucrania, pero no ha impuesto sanciones al Kremlin.
A pesar de una relación a veces tensa con Putin, Erdogan está haciendo de árbitro para un posible plan de creación de un corredor para el grano atrapado en Ucrania, así como para eventuales conversaciones de paz.
«La dirección de las visitas del presidente al extranjero habla de dónde ve ahora la necesidad y la oportunidad de la diplomacia rusa», dijo Dmitry Trenin, un analista ruso pro-Kremlin de política exterior.
Los tres líderes tienen previsto debatir sobre Siria, donde Rusia e Irán respaldan al régimen del presidente Bashar al-Assad. Turquía apoya a los grupos rebeldes opositores.
Fuente: Primer Informe