A través de las redes sociales se conoció que en las últimas semanas, al menos tres médicos rusos se lanzaron al vacío desde las ventanas de los hospitales donde estaban trabajando, dos doctoras murieron y el tercero está gravísimo.
El Político
Al parecer las pesquisas de los detectives rusos no han arrojado ningún resultado para determinar si esos doctores se suicidaron, pero sabemos lo hermética que es la información en Rusia, no obstante, los medios de comunicación rusos y las redes sociales creen que esos médicos se quitaron la vida, así lo indicó ABC.es.
Además tanto los usuarios de las redes sociales y bloggers creen que los médicos se están suicidando debido a las terribles condiciones en las que el personal de los hospitales tienen que enfrentar la pandemia del coronavirus de Wuhan.
En Rusia los doctores se enfrentar a una enfermedad mortal con pocos materiales para combatirla, escasez de mascarillas, productos, poco materiales de protección y largas jornadas laborales, así lo informó el popular bloguero ruso Iliá Varlámov.
¿Qué pasa con los médicos rusos?
El pasado 24 de abril, Natalia Lébedeva, jefe del dispensario de primeros auxilios del centro de preparación de cosmonautas de la "Ciudad de las Estrellas", localidad ubicada en las afueras de Moscú, cayó desde una ventana y falleció en el acto, comentó ABC.es.
La versión oficial indicó que fue un accidente. No obstante, "sus compañeros aseguran que el día anterior Lébedeva había sido acusada de contagiar el coronavirus a varios subordinados y de falta de eficacia en su trabajo, imputación que le produjo un serio desequilibrio emocional. Se encontraba hospitalizada por sospecha de padecer Covid-19″.
Luego, el 1 de mayo, Elena Nepómniashaya, directora del Hospital Provincial para Veteranos de Krasnoyarsk, ubicado en Siberia, murió debido a las heridas que tuvo al caer de un quinto piso unos días antes.
Según testigos presenciales, "el suceso se produjo después de una fuerte discusión durante una reunión mantenida para determinar que ala del centro médico sería habilitada para recibir enfermos de COVID-19″.
En la discusión se encontraba el jefe del departamento regional del Ministerio de Sanidad, Borís Némik. Indicaron que Nepómniashaya no estaba de acuerdo con la decisión debido a que el hospital no estaba en condiciones de recibir enfermos por Covid-19 ya que no cuenta con el personal ni con recursos.
Al día siguiente, el 2 de mayo, Alexánder Shulépov, médico asignado al servicio de ambulancias, también cayó desde una ventana ubicada en un segundo piso del sanatorio del distrito Novousmanski de la región de Vorónezh, suroeste de Rusia.
Shulépov, salió positivo en el test de COVID-19, y estaba en la unidad de cuidados intensivos con fractura en la base del cráneo.
Denunció a través de un vídeo junto con un colega, Alexánder Kosiakin, que había sido obligado a seguir trabajando pese a su enfermedad, pero después se desdijo de sus palabras en otro vídeo.
Mientras, Kosiakin ha sido imputado por difundir bulos, delito que en Rusia puede suponer penas de hasta cinco años de cárcel.
¿Presión del régimen?
En Rusia realmente el panorama no es nada alentador para los ciudadanos, incluyendo a los médicos, debido a que se ha generado problemas entre los habitantes que han sido detenidos con las fuerzas del orden.
En Rusia se ha incrementado a violencia después de se suscitó la pandemia, ya que hay vecinos ruidosos, altercados con armas de fuego, e incluso asesinatos.
Además el consumo de alcohol aumenta los altercados violentos, "el sombrío panorama de las muertes diarias y la incertidumbre sobre lo que sucederá más adelante en una perspectiva de pérdida de puestos de trabajo y quiebras de empresas, está haciendo mella en las psique de los rusos. Acabar con la propia vida parece volver a estar de actualidad", destacó ABC.es. .
Según los datos de la tasa de suicidios en Rusia se determinó que en la década de los 90 -la cual fue terrible en en el ámbito económico- Entonces se llegaron a alcanzar los 55 suicidios por cada 100.000 habitantes. De hecho, Rusia estuvo mucho tiempo entre los países con mayor índice de suicidio.
Cuando llegó la bonanza económica, mejoró el indicador y ahora apenas supera las 20 muertes por cada 100.000 habitantes al año. Sin embargo, los expertos advierten que el fenómeno podría volver a repuntar dada la realidad surgida a causa de la pandemia de COVID-19 y afectar a todas las clases sociales.
Ayer se sucidió el magnate ruso, Dmitri Bósov, copropietario de empresas del sector minero como Vostokúgol y Sibantrantsit, líder mundial en extracción de antracita.
Su cuerpo sin vida fue hallado en su mansión de las afueras de Moscú con un tiro en la cabeza efectuado con un pistola que fue encontrada junto al cuerpo.
Su esposa avisó a la Policía cuando dejó de responder a sus llamadas telefónicas. Los investigadores indicaron que es un suicidio cuyas causas están todavía por esclarecer.