El Político
Ese sumergible, conocido como "Titán", inició el viaje de dos horas y media a primera hora del domingo y perdió el contacto con su nave nodriza, el Polar Prince, a la hora y 45 minutos de viaje.
Según anunció el jueves la Guardia Costera estadounidense, el cono de cola y otros restos del sumergible desaparecido fueron hallados por un vehículo operado por control remoto a unos 1.600 pies de la proa del Titanic, que descansa a unos 13.000 pies de profundidad en el océano Atlántico Norte.
OceanGate, fabricante y propietario del submarino Titán que desapareció el domingo último durante una inmersión para visitar los restos del Titanic, dio por muertos a los cinco hombres a bordo del sumergible que se perdieron en aguas del Atlántico norte después de que se agotó el oxígeno a bordo.
“Nuestros corazones están con sus cinco almas y con cada miembro de sus familias durante este momento trágico”, indicó la compañía a través de un comunicado.
Agregó que los cinco pasajeros del Titán compartían “una pasión grande por la exploración y la protección de los océanos de todo el mundo”.
A bordo del sumergible viajaban el fundador de la compañía que organizaba expediciones, Stockton Rush; el empresario y aventurero británico Hamish Harding; el explorador francés Paul Henry Nargeolet; el empresario paquistaní Shahzada Dawood, y su hijo Suleman.
— OceanGate Expeditions (@OceanGateExped) June 22, 2023
Panorama general
El Titán tenía aproximadamente el tamaño de un monovolumen y sólo cabían cinco adultos.
En un viaje típico de miles de metros hacia el fondo del océano Atlántico Norte, la vida en el interior de un sumergible puede pasar del calor al frío.
A diferencia de un submarino, un sumergible tiene reservas de energía limitadas y necesita un barco de apoyo en la superficie para lanzarlo y recuperarlo.
El Titán suele emplear entre 10 y 11 horas en cada viaje a los restos del Titanic, mientras que los submarinos pueden permanecer bajo el agua durante meses.
La Guardia Costera estadounidense comunicó que se hallaron escombros que sugieren que el sumergible quedó aplastado por la presión oceánica de forma "catastrófica" y ofreció sus condolencias por la presunta muerte de los tripulantes, reportó BBC.
Ahora los expertos se aprestan a investigar lo que ocurrió y qué se debió haber hecho para evitarlo, a través del estudio de las piezas que encontraron en las aguas cercanas al histórico barco.
La teoría de la implosión
La clave para la investigación serán los trozos de fibra de carbono con los que se fabricó parte de la embarcación.
La gran pregunta es si sufrió una falla estructural que produjera una ruptura en el casco que a su vez provocara la posible implosión.
Cada pieza será examinada de cerca bajo un microscopio para analizar la dirección de los filamentos de fibra de carbono, buscando desgarros que sugieran el lugar exacto donde ocurrió la ruptura.
El profesor Blair Thornton de la Universidad de Southampton opinó en entrevista con la BBC sobre lo que pudo haber sucedido.
"En el caso de que se trate de una falla catastrófica de la carcasa principal, el sumergible habría estado sujeto a presiones increíblemente altas, equivalentes al peso de la Torre Eiffel, decenas de miles de toneladas, comprimiendo la embarcación", sostuvo.
"Estamos hablando de una implosión muy potente en la parte principal".
Otras variables
Los investigadores también deberán analizar si el accidente ocurrió por falta de los ensayos previos necesarios.
El profesor Roderick A. Smith, del Imperial College de Londres, dijo que uno de los escombros más importantes para responder a esta pregunta sería la sección de fibra de carbono del lugar de la ruptura.
"La fibra de carbono falla por defectos internos en su construcción. Las uniones entre la fibra de carbono y el titanio necesitan una inspección muy cuidadosa", comentó el experto.
La violencia de la implosión significa que puede ser muy difícil determinar la secuencia de eventos. "De ahí la necesidad de una recuperación y un examen minucioso, si es posible", agregó.
Otra potencial fuente de información de lo que le sucedió exactamente al Titán podrían ser los hidrófonos, micrófonos submarinos que se utilizan para escuchar pruebas de armas atómicas ilícitas.
Estos ayudaron a establecer que el submarino argentino San Juan había implosionado después de desaparecer frente a las costas del país en 2017.
Es posible que los hidrófonos hayan detectado el final del sumergible propiedad de la empresa OceanGate y podrían darnos un momento exacto de cuándo ocurrió la tragedia.
No está claro en esta etapa qué agencia liderará la investigación, ya que no existe un protocolo para este tipo de sucesos con un sumergible.
El contralmirante Mauger dijo que esto es particularmente complejo porque el incidente tuvo lugar en una parte remota del océano e involucró a personas de distintas nacionalidades.
¿Qué es una implosión catastrófica?
Los investigadores tratan de localizar otros restos del submarino para intentar encontrar la causa del desastre.
La primera hipótesis es que el submarino sufrió alguna fisura en el casco y el sumergible implosionó.
Según explicó Guillermo Söhnlein, cofundador de la empresa OceanGate, propietaria del submarino, cuando se opera a esas profundidades, la presión es tan grande que cualquier fallo provocaría una implosión instantánea.
"Si eso es lo que sucedió, habría sucedido hace cuatro días”, ha asegurado a la BBC poco antes de conocer el hallazgo de los restos.
La implosión es lo contrario de la explosión. Se produce cuando un objeto se colapsa y se contrae hacia su centro por la acción de fuerzas externas o internas.
En este caso se produce cuando la presión externa del mar a cierta profundidad supera a la atmósfera del interior del submarino.
Cualquier pequeña grieta en el casco o en el mirador acrílico pudo provocar ese cambio fatídico de presión.
Según explicó el buzo Michael Harris a la Fox, cualquier daño tendría resultados catastróficos, ya que la fibra de carbono y el titanio con que está construido el submarino terminarían por ceder.
Presión del agua
A casi 4.000 metros de profundidad, la presión es de unas 400 atmósferas, unas 400 veces mayor que en la superficie. Lo que significa que por cada centímetro cuadrado de superficie se ejerce una presión de 400 kilogramos.
Esta presión del agua a la profundidad en la que se encuentra el Titanic podría haber superado la resistencia del casco del submarino y habría deformado la estructura hasta su colapso. En ese caso, los pasajeros habrían muerto en el momento.
Algo inusual
La mayoría, si no todos, los sumergibles y submarinos que operan en profundidad tienen un recipiente a presión hecho de un solo material metálico con alto límite elástico.
Suele ser acero para profundidades relativamente poco profundas (aproximadamente menos de 300 metros) o titanio para profundidades más profundas.
Un recipiente a presión de titanio o acero grueso suele tener una forma esférica que puede soportar las presiones aplastantes que se pueden esperar a 3.800 metros, la profundidad a la que se encuentra el naufragio del Titanic.
El Titán, sin embargo, era diferente. Su recipiente a presión estaba hecho de una combinación de titanio y fibra de carbono compuesta.
Esto es algo inusual desde la perspectiva de la ingeniería estructural ya que, en un contexto de buceo profundo, el titanio y la fibra de carbono son materiales con propiedades muy diferentes.
El titanio es elástico y puede adaptarse a una amplia gama de tensiones sin que quede ninguna tensión permanente medible después del retorno a la presión atmosférica.
Se contrae para ajustarse a las fuerzas de presión y se vuelve a expandir a medida que se alivian estas fuerzas. Un compuesto de fibra de carbono, por otro lado, es mucho más rígido y no tiene el mismo tipo de elasticidad.
Combinación peligrosa
Algunos expertos especularon sobre lo que sucedió con la combinación de estas dos tecnologías, que dinámicamente no se comportan de la misma manera bajo presión.
En ese contexto, estiman, casi con certeza, que se pudo haber producido algún tipo de pérdida de integridad debido a las diferencias entre estos materiales.
Un material compuesto podría sufrir potencialmente de "deslaminación", lo que conduce a una separación de las capas de refuerzo.
Esto habría creado un defecto que desencadenó una implosión instantánea debido a la presión submarina.
En menos de un segundo, la embarcación, empujada hacia abajo por el peso de una columna de agua de 3.800 metros, habría colapsado inmediatamente por todos lados.
Este es un submarino no convencional, la cubierta trasera encontrada es el extremo puntiagudo y el marco de aterrizaje es el pequeño marco en el que puede asentarse", aseguró uno de los expertos a Daily Mail.
Este hallazgo significa que aún no se ha encontrado el casco, "pero se han descubierto dos partes muy importantes de todo el sistema y que no se encontrarían a menos que esté fragmentado".
¿Qué se puede esperar?
Las autoridades reunirán todos los escombros que puedan para construir una imagen completa de la secuencia de eventos que llevaron a la tragedia, según Ryan Ramsey, excapitán de submarinos de la Marina Real británica.
"Esto no va a ser diferente a un avión que se estrella. No hay una caja negra, por lo que no se podrán rastrear los últimos movimientos de la nave en sí, pero reunirán tantas partes como puedan y a partir de ellas deberían poder analizar la ruptura estructural, cualquier fractura que haya ocurrido y tal vez reconstruir lo que realmente sucedió en esos últimos momentos", dijo.
Los cinco fragmentos encontrados incluyen "la cubierta trasera del sumergible" y un cono de la parte delantera de la nave.
Fueron hallados a unos 500 metros de la proa del Titanic.
El contraalmirante John Mauger, de la Guardia Costera, dijo que es demasiado pronto para determinar cuál fue el momento de la implosión.
Sin embargo, horas después de haber encontrado los escombros, la Marina de EEUU dijo que detectó "una anomalía acústica consistente con una implosión" justo después de que el Titán perdiera contacto con la superficie.