El secretario general de la OEA, Luis Almagro, confía en que la ONU “pueda dar una respuesta rápida” a la petición haitiana de un “despliegue inmediato" de fuerzas especiales en ese territorio.
El Político
“Esperamos que el sistema de Naciones Unidas, que tiene mejores capacidades en materia de recursos humanos, financieros y materiales (…) pueda dar una respuesta rápida, ese va a ser nuestro objetivo. Esperamos que los países del sistema interamericano en el Consejo de Seguridad trabajen este tema para avanzar con urgencia en la solicitud formulada por Haití”, dijo Almagro en Lima.
Almagro considera que en Haití vive un pueblo que no tiene energía, condiciones de salud ni agua.
"Nuestro compromiso es que esa petición no quede solo en papel, sino que las soluciones de seguridad que precisa Haití lleguen a ese país", destacó Almagro, informó HechoenCalifornia1010.
El diario oficial, Le Moniteur publico que el Consejo de Ministros de Haití autorizó al primer ministro, Ariel Henry, a “solicitar y obtener” de los socios internacionales “apoyo efectivo para el despliegue inmediato de una fuerza armada especializada, en cantidad suficiente, para poner fin en todo el territorio a la crisis humanitaria”, reportó Hoy.
Con ministros @melaniejoly, @JeanVGeneus y @SecBlinken, participé en reunión sobre Haití en #AsambleaOEA en la que solicité a Haití pedir ayuda urgente de la comunidad inal. xa apoyar a resolver la crisis de seguridad, determinando características de la fuerza de seguridad inal. pic.twitter.com/k6XQeJehK8
— Luis Almagro (@Almagro_OEA2015) October 6, 2022
Se busca así, añade la resolución gubernamental, conseguir “rápidamente un clima de seguridad que permita luchar eficazmente contra el cólera, favorecer la distribución de carburante y agua potable en todo el país, el funcionamiento de los hospitales, la reanudación de las actividades económicas, la libre circulación de personas y bienes y la reapertura de las escuelas».
Preocupación por la inseguridad que se vive en Haití
Durante la primera sesión plenaria de la LII Asamblea General de la OEA, que concluyó hoy en Lima, los países miembros aprobaron una resolución donde expresan su preocupación por la inseguridad que se está viviendo en Haití tras el magnicidio de su presidente, Jovenel Moïse, y el terremoto en 2021.
En la resolución, la OEA considera la necesidad de fortalecer el sistema judicial y la sociedad civil de Haití, luchar contra la impunidad y la corrupción, y esclarecer los diversos delitos cometidos en ese país y reafirma los principios consagrados en la Carta de la Organización de los Estados Americanos, en especial los relativos a la democracia y a la seguridad social.
Al intervenir en la Asamblea General, el ministro de Asuntos Exteriores de Haití, Jean Víctor Geneus, pidió a la OEA que “se traduzca en realidad” la resolución de los estados miembro del organismo a favor del restablecimiento de la seguridad y la democracia en su país.
La situación de Haití
La tensión aumenta hora a hora en Haití, donde se suceden constanten saqueos y una ola de la violencia.
Miles de personas han salido a las calles para exigir la salida del poder del primer ministro, Ariel Henry.
Esta es la condición que ponen los manifestantes para abandonar las calles, hoy envueltas de nuevo en el humo de neumáticos, barricadas y locales ardiendo tanto en Puerto Príncipe como en otras localidades como St. Marc y Gonaïves, informó Efe.
Las protestas son cada vez más violentas en diferentes partes del país, donde se suceden los saqueos a organismos públicos, empresas privadas e, incluso, organizaciones humanitarias e instituciones internacionales
En un intento de impedir que los saqueos y el vandalismo vayan a más, en las redes sociales la Policía Nacional instó a «respetar los límites definidos por la ley en lo que respecta a los movimientos de protesta realizados en las calles» y alertó de que «no tolerará ningún ataque a la vida de las personas ni actos reprobables».
Escasez de agua en Puerto Príncipe
A las ya habituales imágenes de barricadas ardiendo en carreteras principales y secundarias, en Puerto Príncipe se suman estos días las de decenas de personas deambulando por las calles con todo tipo de recipientes para conseguir algo de agua, dada su escasez.
La falta de agua potable se debe estos días a que las calles están bloqueadas, los vehículos no pueden circular y los quioscos de bebidas están cerrados en una ciudad que se encuentra totalmente paralizada.
En los pocos centros de distribución de agua abiertos, frente a los que se forman largas colas, solo los más fuertes logran conseguir el codiciado líquido.